De Montaner a Luli Pampín, sin escalas, Pedro sacó a la luz su costado artístico y dio un show para un público muy exigente.
La vida es una fiesta en lo de Pedro Alfonso (40) y Paula Chaves (35). Con dos hijos pequeños y un bebé, la pareja ya no sabe cómo hacer más amena la cuarentena. Como muchas familias del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) los Alfonso-Chaves llevan cuatro meses confinados.
En este tiempo compartieron cumpleaños, el avance del tercer embarazo de Paula, el nacimiento de la pequeña Filipa, la despedida de su perra Renata, un "bake off" casero y la polémica final del programa conducido por Chaves.
Pero las medidas de aislamiento continúan y los padres tienen que hacer magia para seguir entreteniendo a sus hijos. Bueno, esta vez fue un show... pero no de magia precisamente. Pedro –que desde hace días, sintiéndose el "mulo" de la familia, convirtió sus redes en una "escuela para padres"– se convirtió en superstar.
Micrófono en mano y con el público (cautivo) sentado frente a él, empezó a interpretar canciones románticas. El repertorio comenzó con No me lo creo (Manzanita) y tuvo el summum con Déjame llorar (Ricardo Montaner). Pero mientras –Paula declarada fan numero 1 del artista– aplaudía, el resto de la platea –Olivia (6) y Baltazar (3)– comenzó a fastidiarse.
Esto llevó a que la conductora tuviera que mediar para que Pedro pudiera seguir con su show de música romántica. Aunque finalmente ambos terminaron cediendo y el espectáculo devino una suerte de presentación infantil, con canciones de Luli Pampín, más actuales y bien conocidas por los pequeños. Pero el switch de estilos no alcanzó para conformarlos.
Quizás la próxima vez Pedro tenga más suerte con su público. Aunque esta vez le fue bastante bien, ya que Paula confesó: "Muero de amor como el primer día".
