Victoria Beckham atraviesa un problema financiero que, a esta altura, parece no tener solución: todos hablan de su inminente quiebra. Desde que saltó a la fama, su vida mediática estuvo marcada por el éxito profesional, sentimental y familiar. Todo indica que la vida le sonríe. Sin embargo, como cualquier ciudadano, tiene sus inconvenientes y el de ella parece ser el de DVB, su marca de ropa.
Según la última auditoría, las pérdidas acumuladas rondan los 53 millones de euros. Por supuesto que ese número no hace tambalear la economía de la familia, que se estima en 800 millones de euros, pero sí le trae más de un dolor de cabeza. Ella tiene esperanzas depositadas en el negocio de la moda, en las prendas diseñadas por ella, pero no logra salir adelante.
Beckham vive un momento complejo, en el que tiene que definir qué hacer con la firma, que está a punto de quebrar. Por un lado, sus outfits son requeridos por las grandes celebridades a nivel mundial. La reina Letizia Ortiz, la duquesa Meghan Markle y hasta Máxima Zorreguieta, entre otras figuras, han lucido vestidos de su autoría.
En contrapartida, el gran inconveniente que se le presenta es que el público en general no los elige, ya sea por lo sofisticado o, simplemente, por el precio de las prendas. Locales vacíos, costos altos, el resultado da una pérdida acumulada impresionante. Más allá de que puede hacer frente a ese número, ya se habla del inminente cierre. ¿Será?
La marca DVB (David y Victoria Beckham) llegó a su esplendor en 2011, cuando recibió el premio a la mejor marca del año en la entrega de los Premios de la Moda Británica. Pese al galardón, nunca pudo salir a flote. Sin ir más lejos, en el 2020, por la pandemia, Victoria le pidió un subsidio al gobierno británico. Finalmente, luego de las innumerables críticas por su posición económica, desistió.
