A lo largo de su trayectoria, Bernardo Stamateas brindó una infinidad de conferencias y escribió una serie de libros que gozan de fama internacional. Uno de los más conocidos, de los más leídos es Gente tóxica, cuyas páginas fueron traducidas en más de 20 idiomas. “Le debo mucho a ese libro, ayudó a mucha gente”, comenzó la charla en un vivo de Instagram con GENTE.
Una de las consultas más repetitivas dentro de quienes siguieron la charla, es cómo darse cuenta cuándo una persona es tóxica y cómo identificarla. “Todos tenemos rasgos. Venimos fallados de fábrica y tenemos un poquito de chismoso, de negativo, de quejoso, pero el tóxico tiene una manera de ser y de funcionar".
“Es una manera de vivir que conscientemente necesita vernos mal para ellos verse bien. La manera de triunfar es viendo fracasar al otro, por eso buscan eso. Necesita nivelar para abajo”, agregó Bernardo.
“Cualquier persona que te mete miedo o culpa es manipuladora”, comentó y agregó que una persona tóxica no nace con esa condición, sino que se hace con el tiempo. “Cada persona se va construyendo a partir de las experiencias. En general, el toxico tiene heridas que no están sanadas y que quiere repararlas lastimando al otro”.
A la hora de enumerar, comentó que existen variantes de personas tóxicas: “Tenemos el psicópata, el narcisista, el envidioso, el chismoso, e negativo…”.
Por otro lado, el foco se puso en aquellas personas que desprestigian el trabajo del otro y que todo el tiempo están buscando la manera de hacerte sentir que no servís: “Esa persona también es tóxica. El maltrato verbal, la descalificación, es una manera de achicar tu logro, me molesta tu logro…robo de mérito se llama eso”.
“Las personas con frustraciones también se convierten en personas tóxicas. No todas, pero si todo tóxico está frustrado. Ellos canalizan sus frustraciones frustrando a los demás", sotuvo Stamateas en la charla con Hernán Lirio.
Cómo ayudar a la gente tóxica
“No hay maneras de ayudar a esas personas. Nosotros no podemos obligar a una persona a cambiar, esa es la primera regla; no cambiar a nadie. Podemos sugerir, compartir, pero no podemos cambiar a nadie. Acá hay que tener cuidado porque hay un tipo de tóxico que se llama victimizarse y que dice ‘yo sufrí mucho', 'ayudame', 'salvame', 'rescatame'…de esa manera, sin que te des cuenta, te están manipulando”, comentó sobre cómo relacionarse con este tipo de gente.
Por otro lado, agregó: “Una cosa es compartir un dolor, algo que te pasó, y otra cosa es usar el dolor como una herramienta para lograr algo. Si yo estoy mal, te lo digo y te pido ayuda. Ahora muy distinto es si yo te digo ‘Ay Hernán(puso como ejemplo a Lirio), todos los años que te ayudé, todo lo que hice por vos…’ ahí te quiero sacar algo sin planteártelo” .
