La actividad atraviesa un momento crítico y cada vez son más los artistas que salen a plantear reclamos y propuestas para mejorar la situación de la industria.
Más de 2.600 artistas firmaron esta semana una carta en la que llaman la atención sobre la urgencia de dar respuesta a la difícil situación que están pasando. En la misma hacen referencia a que la desocupación en el sector asciende al 90 por ciento. Afirman que este problema comenzó antes de la pandemia, pero señalan que la crisis se profundizó durante los casi cinco meses de aislamiento social preventivo y obligatorio.
Casi en simultáneo, un grupo de jóvenes artistas –encabezado por Gastón Soffritti (28) y Peter Lanzani (29)– lanzó ACTA –Asociación Civil de Trabajadores del Arte–. El objetivo, según dicen en su presentación, es abrir el diálogo para crear nuevas reglas de juego en el ambiente artístico.
"Nacidos en democracia y criados en la era digital, nos agrupamos para volver a pensar nuestra industria", aseguran en su declaración de principios, que habla de la urgencia de generar debates y deja claro que quieren ser protagonistas en la (re)construcción del sector.
En esa misma carta afirman: "Formamos parte de una generación que no le tiene miedo al cambio y creemos que es posible generar más y mejores oportunidades de trabajo". En el consejo hay una gran diversidad de artistas, desde Lali Espósito (28) hasta el Chino Darin (31).
Tomás Kirzner (21) –hijo de Adrián Suar (52) y Araceli González (53)– se sumó a la movida. Siempre atenta a los proyectos de sus hijos –Toto y Florencia Torrente (31)–, Araceli se interesó en conocer más de esta movida y habló sobre el tema en Fantino a la tarde (América).
"Me pareció interesante que esta camada de actores se ocupe de modificar algunas cosas que no están bien hechas dentro de nuestra industria para poder trabajar", sentenció la actriz, haciéndose eco del reclamo de los jóvenes.
Contenta de que sus hijos se comprometan con la profesión que eligieron, declaró: "Siento que esta camada salió a decir: '¡Basta! Vamos a defender lo que hacemos, nuestro arte, nuestras profesiones'".
Remarcó que se trata de una generación que apuesta más al consenso que al combate. "No quieren confrontar", dijo y agregó: "Quieren dialogar para modificar algunas cosas y que la industria donde se mueven se modifique". Por último, contó que se había emocionado al hablar del tema con Tomás.
