Juliana Awada, la ex flamante primera dama y esposa de Mauricio Macri, ha mostrado un perfil alejado de la política aún cuando su pareja se convirtió en el primer mandatario de la Nación argentina. Esto la llenó de críticas desde su comienzo por ponderarse siempre en el país que las primeras damas debían acompañar el rol político de sus parejas.
El nuevo envión para la oposición con las elecciones legislativas hizo resurgir fuertemente la figura de Mauricio Macri y por ende de su entorno. A través de historias de Instagram, la vida de Juliana Awada parece de ensueño, en meriendas con amigas, tardes de incursionar en la jardinería, cocinar, y cuidar a sus hijas: Antonia Macri y Valentina Barbier.
El único atisbo de cercanía con la realidad política la dio el 28 de octubre cuando publicó una fotografía junto a Mauricio Macri en un bello atardecer y escribió: “Siempre juntos ! Hoy más que nunca . Te amo”. Si bien, el mensaje buscaba ser una alusión a los 11 años de casados, es indudable que Juliana Awada continúa siendo el apoyo fundamental para el ex presidente, tanto en sus derrotas como en sus victorias.
El lujoso pasatiempo de Juliana Awada: comprar sillones hechos a mano para su casa de Villa La Angostura
Las PASO y por consiguiente las definitivas elecciones legislativas son momentos críticos para todos los políticos y sus familias, que de alguna forma absorben la vorágine diaria de las campañas, encuestas y debates.
Durante este período, Juliana Awada además de estar al pendiente de sus negocios como empresaria textil, encontró un nuevo pasatiempo: remodelar su imponente propiedad en Villa La Angostura y la de su prima, quien posee una residencia en la misma localidad neuquina.
Los muebles fueron solicitados en el mes de junio a la Tapicería Dimao, ubicada en el barrio porteño de Núñez, de amplia trayectoria en el rubro de creación y realización de productos hechos a mano. Juliana Awada, encontró este lugar ideal para encargar un total de seis sofás de dos y tres metros, de un valor aproximado de $200.000 pesos cada uno, en sumatoria $1.200.000, y 18 sillas y sillones individuales únicos, de entre 70 mil y 90 mil pesos cada uno, lo que equivaldría a una compra total de $2.820.000 pesos, pagada en dólares, en efectivo y al contado. Los materiales utilizados para todos los sillones fueron de lino hechos íntegramente a mano.
Además, la ex primera dama para estar segura de que todos los muebles solicitados fueran acordes a los espacios de su hogar en la Patagonia, contrató a una decoradora a quien en el ambiente se la conoce como “Daniela”.
Según una fuente que le confió todos los detalles a GENTE, el trato de Juliana Awada durante toda la compra y seguimiento de la elaboración de los productos fue cordial. La mujer se mostró muy simpática y divertida por poder rediseñar los ambientes en los que se refugia desde hace año tanto en las vacaciones como en escapadas mensuales con Mauricio Macri.
Todos los artículos fueron transportados antes de las elecciones legislativas por tierra y abonados en efectivo al contado. Con un estilo nórdico o escandinavo en tonalidades negras, para que hiciera juego con el mobiliario que ya cuenta en su casa de Villa La Angostura.
