Soledad Pastorutti y su historia de amor con Jeremías Audoglio: se enamoraron en la secundaria, se casaron en Arequito y son padres de dos hijas – GENTE Online
 

Soledad Pastorutti y su historia de amor con Jeremías Audoglio: se enamoraron en la secundaria, se casaron en Arequito y son padres de dos hijas

Casados desde 2007, GENTE revive cómo fue la emocionante boda de la pareja que comenzó como una amistad en la escuela secundaria nocturna de Arequito y que hoy en día vive feliz junto a Antonia y Regina, sus dos hijas.
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Si bien se casaron en 2007, la historia de amor entre Soledad Pastorutti y Jeremías Audoglio cuenta con un comienzo muy particular. "Jere" y "La Gringa" -los apodos con los que se presenten en sus perfiles en las redes sociales- dieron el "sí, quiero" hace 14 años y tiempo después llegaron Antonia (11) y Regina (8) a sus vidas.

"Habíamos empezado a salir cuando terminamos la segundaria", cuenta Audoglio sobre el tiempo que compartieron en la secundaria nocturna de Arequito, Santa Fe. A lo que ella aclaró: "Ahí nos hicimos amigos en realidad". Mientras que él recordó: "Todos sabíamos quién era Soledad, mucho más en Arequito". Súper sincera, ella acotó: "No pensé que se iba a fijar en mí".

A los 26 años, La Sole se casó con Jeremías, su primer y único novio. Un dato no menor: ella misma fue la que le propuso matrimonio. "Me voy a casar con mi primer y único novio", aseguraba Pastorutti a revista GENTE en una entrevista de aquel momento en la previa a su boda.

El 21 de abril de 2007 se celebró la ceremonia súper íntima en el registro civil. El evento se llevó a cabo en la casa de los padres de la cantante en Arequito. Solamente asistieron 80 invitados. Mientras que el 28 de ese mismo mes se realizó la unión religiosa en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario de la provincia de Santa Fe.

Semanas atrás, Pastorutti visitó "Los Mammones" (América TV) y allí contó una insólita anécdota sobre los primeros besos que se daba con su entonces novio. "Sí, lo tuve que superar desde que me puse de novia. Siempre le digo, y él lo sabe, que los primeros besos llegaba a casa y escupía todo. Me daba mucho asco la saliva", confesó en diálogo con Jey Mammon.

Más adelante, contó otra anécdota que le sucedió con Antonia, su hija mayor, cuando era pequeña. "Mis hijas fueron muy vomitonas. De hecho, tengo una anécdota de la más grande que durante 10 noches me vomitó, no sabíamos porqué y era que se había metido un pedazo de esponja en la fosa nasal", aseguró.

En relación a la maternidad, La Sole manifestó que significó un profundo cambio en su vida: "Como mujer, fue un antes y un después. Dejás de lado el egoísmo. Entendés que el verdadero sentido de la vida está en un hijo".

Y agregó: "Si bien sigo soñando con tener mayores logros musicales, mi vocación se revalorizó a partir de mis nenas. Es un error pensar que uno debe dejar todo y centrarse en sus hijos. Si se sabe compensar la función de madre, los hijos nos dan más energías para hacer las cosas". En ese sentido, la intérprete resaltó que sus hijas vocalizan junto a ella antes de cada show y que, al terminar, actúan de periodistas y le hacen reportajes.

"Ser madre fue lo más perfecto que hice. Mi mejor elección fue tener hijos y haber formado una familia. No sé si toda la vida voy a cantar profesionalmente, ojalá que sí. Pero estoy segura que nunca voy a dejar de ser madre", ratificó convencida.

Y cerró: "La maternidad siempre fue un deseo muy fuerte en mí. Y más allá de que, por un lado, había personas que me sugerían tener hijos más adelante por mi carrera, y que, por el otro, mis abuelas me apuraban para conocer a sus bisnietos, con "Jere" las tuvimos cuando quisimos".

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