Son amigas desde hace años y la Patagonia les da la oportunidad de mantener el vínculo vivo. Juliana Awada y Carola del Bianco se mostraron el fin de semana disfrutando de las bellezas naturales del sur del país, lugar en el que reside de forma permanente la ex modelo y en donde la ex primera dama pasa gran parte del año.
“Agradecida por este día. Gracias @caroladelbianco”, escribió la esposa de Mauricio Macri al compartir en su cuenta de Instagram una serie de postales que dejó el encuentro.
Con un exclusivo bolso con figuras geométricas y una manta para sentarse sobre la arenilla de la vera del lago, las amigas tuvieron la tarde perfecta de la mano de un sol radiante y cielo despejado.
Juliana y Carola mostraron la zambilida que realizaron con una compañía muy especial: la mascota de una de ellas que les siguió el paso y se dio un fresco baño.
Después de una caminata por el bosque, las amigas cenaron a la luz de la luna llena productos típicos de la zona.
Juliana Awada reveló cuál es su nueva habilidad
La ex primera dama de la Nación compartió una serie de historias en donde se la puede ver en plena actividad en la Patagonia. “Aprendiendo a hacer arreglos”, escribió junto a una imagen en la que posó con una especialista en ecohuertas y cultivos agroecológicos.
De esta forma, la esposa de Mauricio Macri aprovechó otro de los espacios exteriores de la propiedad: el jardín de invierno que, en esta época del año, está repleto de colores.
“Amo las flores”, confesó feliz al mostrar cómo quedó uno de los arreglos que seguramente ya debe estar decorando alguno de los ambientes de la mansión patagónica de la familia.
La confesión de Juliana Awada sobre la relación con Zoraida, su hermana mayor, y Pomi, su mamá
“Cocinar es una demostración de amor. Mi hermana mayor, Zoraida, nos enseñó mucho y crecimos con ese ejemplo. De la mano de mi mamá, Pomi, aprendimos y disfrutamos de la cocina libanesa. Por herencia de su madre y de su suegra, ella prepara platos típicos de la cultura árabe que requieren tiempo y dedicación, como puré de berenjenas o de garbanzos, tabule, hummus de remolacha, falafel y labneh (un tipo de queso blando elaborado a partir de yogur). La mesa se llena de colores y sabores únicos y, cuando esto sucede, siempre es una excusa para juntarnos y compartir: hijos, nietos, sobrinos, no falta nadie”, contó.
