En una noche que lo tuvo todo, Madonna pisó fuerte en el escenario de los Premios Grammy, donde se subió el domingo para presentar el show de Sam Smith y Kim Petras.
Si bien su sola aparición recorrió el mundo, mucho se habló del rostro de la cantante. Y ella no se quedó callada ante los comentarios injustos que recibió sobre su cuerpo.
El descargo de Madonna contra "un mundo que se niega a celebrar a las mujeres que pasaron los 45 años"
En un posteo de Instagram, Madonna aseguró que fue un honor presentar a sus colegas, y aprovechó para visibilizar a las minorías, como siempre. "Quería dar el último premio, que fue el Álbum del año, pero pensé que era más importante que presentara a la primera mujer trans actuando en la entrega de estos premios, porque fue un momento que quedará para siempre en la historia. Y encima, ¡ganaron un premio!”, destacó.
La diva se quejó de que nadie escuchó su discurso que, paradójicamente, señalaba que si en la industria de la música te marcan algo como incorrecto, "es que estás haciendo algo bueno". "Estoy acá para agradecer a los rebeldes por allanar el camino a los demás, son tan temerarios que los vemos, los escuchamos y los apreciamos”, aseguró contundente en sus palabras sobre el escenario.
“En lugar de centrarse en lo que dije en mi discurso, en el que agradecí por la valentía a artistas como Sam y Kim, muchas personas eligieron hablar solamente de fotos de mi rostro, tomadas por un fotógrafo de prensa con un largo lente que distorsionaría el rostro de cualquiera”, dijo la cantante en el video que publicó junto a su descargo.
Y harta, disparó: “¡Una vez más estoy atrapado en las críticas por la edad y por la misoginia que impregna el mundo en el que vivimos! Un mundo que se niega a celebrar a las mujeres que han pasado los 45 años y siente la necesidad de castigarla si sigue siendo fuerte, trabajadora y aventurera”.
“Nunca me he disculpado por ninguna de las decisiones creativas que he tomado, ni por la forma en que me veo o visto y no voy a empezar ahora", adelantó.
Al mismo tiempo, señaló a los medios que la "degradaron" desde el comienzo de su carrera: "Entiendo que todo esto es una prueba y estoy feliz de ser la pionera, para que todas las mujeres detrás de mí puedan tener un momento más fácil en los próximos años”. Es decir, terminó abriendo el juego del mismo modo que elogió sobre el escenario de los Grammy a quienes toman las riendas de su destino y, en consecuencia, terminan allanando el camino para todos.
También, citó al récord de la noche: “En palabras de Beyoncé, ‘No me romperás el alma’. Espero con ansias muchos años más de comportamiento subversivo, empujando límites. De pie ante el patriarcado. Y, sobre todo, disfrutando de mi vida. ¡Inclínense, perras!”, apuntó con el desparpajo que la caracteriza desde siempre.
