La cantante reveló detalles de su difícil infancia y contó qué la hizo ser tan distinta como adulta.
Desde su irrupción en la escena musical, Katy Perry (36) se ha mostrado muy abierta y progresista, tanto en sus elecciones estéticas como en las políticas. Cualquiera pensaría que la cantante siempre fue así y que sólo se ha ido radicalizando con el tiempo, pero la realidad es otra. Recientemente, la madre de Daisy reveló en una entrevista que su infancia estuvo marcada por la opresión de una familia súper conservadora y que ella hoy pretende revertir eso con su hija.
En una charla con la revista Rolling Stone, la intérprete de I kissed a girl reveló que fue criada por pastores cristianos. Como tales, los padres de la cantante le impedían comer algunos alimentos y no podía por ejemplo, festejar Halloween.
Las restricciones que Mary Christine y Maurice Keith Hudson impusieron durante la infancia de la artista pueden haber sido, sin embargo, un aliciente para su personalidad actual. "Eso va a ser muy, muy importante. Nunca se me permitió ir a pedir dulces ni a disfrazarme, por lo que probablemente lo compenso tanto", expresó.
Katy y sus hermanos asistieron a colegios religiosos y estuvieron siempre muy controlados por sus padres. Decidir entre lo que podían y lo que no podían hacer no entraba en sus opciones. Ni siquiera se les permitía elegir la música que podían escuchar.
Actualmente, Katy se ha convertido en un ícono de la diversidad e incluso durante su embarazo bromeó con la "no conformidad de género" de su hija Daisy. Las restricciones que tuvo que soportar de pequeña la ayudaron a forjar la figura de madre en la que se quiere convertir hoy. "Estoy emocionada de poder criarla de una manera diferente (…) y dejarla tener opciones y descubrir y simplemente apoyarse en la magia de la vida y vestirse como lo que ella quiera vestirse", concluyó.
