Suzuki ha evolucionado su emblemática Katana con un mayor rendimiento general que aumenta el placer de conducción. A eso se suman la adopción de asistentes electrónicos y tecnología avanzados que tienen como resultado ese mayor rendimiento.
La Suzuki Katana 2022 mantiene el motor de cuatro cilindros en línea DOHC de 999 cm3, que ha sido revisado para mejorar su rendimiento y cumplir con las exigencias de la normativa en emisiones Euro5.
El impulsor rinde 152 CV a 11.000 rpm, ofreciendo un par motor superior y una utilización de la gama de revoluciones más amplia que en el modelo anterior. Para ello cuenta con un nuevo árbol de levas, nuevos muelles de válvulas, nuevo escape y una nueva caja para el filtro del aire.
La potencia y par que se controla a través de un nuevo acelerador electrónico Ride-by-Wire que permite suavizar su entrega. Puede gobernarse de manera efectiva para ofrecer una conducción más segura y a la vez excitante a través del sistema Suzuki Drive Mode Selector, que permite seleccionar la respuesta del motor en base a tres niveles.
En los tres modos la potencia máxima es semejante pero varían los perfiles: el Modo A proporciona una respuesta más aguda y deportiva; el Modo B ofrece una entrega de potencia inicial más suave; y el Modo C muestra una respuesta más suave, ideal en condiciones húmedas y resbaladizas.
El Sistema de Cambio Rápido Bidireccional facilita los cambios de marcha y mejora el rendimiento en conducción deportiva, a lo que se une la ayuda del control de tracción, que dispone de cinco modos entre los que elegir para mantener las cosas bajo control en cualquier tipo de superficie y situación.
Otros de los asistentes de que dispone la nueva Katana es el Sistema de Asistencia al Embrague de Suzuki, con efecto antibloqueo que mitiga la frenada del motor cuando se baja de marcha a altas revoluciones, aumentando la capacidad de control y el rendimiento.
La nueva Katana utiliza el mismo chasis ligero de aluminio de doble viga y el basculante derivado de la GSX-R, con horquilla delantera KYB, totalmente ajustable, y un amortiguador trasero regulable en precarga y extensión. Las pinzas Brembo monobloque muerden los discos delanteros de 310 mm, montados en llantas de aluminio fundido de seis radios, que están calzadas con neumáticos Dunlop SPORTMAX Roadsport2, diseñados a medida.
Todo para seguir disfrutando al máximo de un clásico de las dos ruedas.
