Tomás Holder fue eliminado hace unas semanas de la casa de Gran Hermano. El joven de 21 años se había convertido en uno de los jugadores más competitivos del reality y esto hizo que se ganara el odio de muchos televidentes, que votaron para que abandonara la casa de inmediato.
El joven fue invitado a distintos programas en las semanas posteriores a su eliminación y cuando su parecía que su fama no tenía techo, el influencer desapareció de los medios y las redes sin decir una sola palabra.
El rosarino hizo eco sobre su desaparición en sus redes y decidió subir una historia en su Instagram para aclarar el panorama y dejar tranquilo a sus seguidores: "Para los que me preguntan por qué no aparecí en los medios, fue porque me volví a mi Ciudad. Necesitaba desconectarme de todo. No se olviden de la edad que tengo, no se olviden que es difícil cuando sos pibe tener tantas cámaras en la cara", indicó el influencer.
De hecho, la primera en anticipar este movimiento por parte de Holder en su nuevo estilo de vida, fue su mamá quién comentó: . "Una mamá conoce a sus hijos, yo me doy cuenta de las miradas, la forma de caminar, de mover las manos. Sé que este pibe está saturadísimo y ese personaje no lo va a poder seguir sosteniendo", expresó la mujer.
Tomás Holder y su decisión de dedicarse al fisicoculturismo
La razón por la que el rosarino quiso modificar su cuerpo a tan temprana edad se debió a que durante su paso por el colegio secundario sufrió muchísima discriminación por parte de sus compañeros. Estos e burlaban de él llamándolo "flaquito" o señalándole que sufría de algún problema alimenticio.
"Creo que todos en un momento arrancamos de cero. Los que entramos en este deporte lo único que queremos es tapar inseguridades. Tapar problemas que nos pasan en casa, que pasan en el club, que pasan en cualquier lado", se lo puede escuchar decir en un video publicado en su perfil de Instagram en junio de este año, mostrando sus rutinas de entrenamiento.
"Yo toda la adolescencia en la escuela sufrí bullying por ser flaco. Hasta que un día dije: '¡Basta! No me merezco esto. Quiero cambiar mi mentalidad, quiero ser fuerte'. Y no hablo de fuerte físicamente, hablo de fuerte psicológicamente. El gimnasio me enseñó una banda de valores: constancia, disciplina, que el físico no te lo regala nadie, el físico no se roba, el físico no se hereda, el físico no se compra", agregó el influencer sobre la etapa que le tocó vivir en su adolescencia.
