El Día Meteorológico Mundial se celebra desde 1997 cada 23 de marzo. Es en esta fecha que los más de 180 Estados miembro que integran la Organización Meteorológica Mundial recuerdan su creación con el objetivo de asegurar el bienestar, la protección y la seguridad de toda la Humanidad.
La meteorología es la ciencia que se encarga de estudiar todos los fenómenos que ocurren en la atmósfera de la Tierra y determinan el clima global y el de cada región y continente del planeta.
En las últimas décadas hubo un incremento de fenómenos meteorológicos como huracanes, tormentas eléctricas, sequías, incendios forestales, inundaciones, entre otros. Este gran cambio climático aceleró la desaparición de muchas especies, ecosistemas marinos y terrestres y la muerte de millones de seres humanos.
De ahí la importancia de utilizar esta fecha para concientizar sobre el rol fundamental que tienen las personas en el cuidado del medio ambiente y del futuro de la especie humana.
Este año el tema elegido se centra en la relación de los océanos con el clima y el tiempo. “Si ignoramos el océano, perdemos una gran parte de la imagen”, advierte la Organización Meteorológica Mundial. Y es que “las grandes lagunas en los datos sobre el océano dificultan la capacidad de pronosticar con precisión el clima en escalas de tiempo extendidas y, más aún, de subestacional a estacional”, apunta el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, en su declaración para el Día Meteorológico Mundial.
¿Por qué es importante la meteorología en la vida de las personas?
Saber responder esta pregunta es el primer paso y aquí van algunas buenas razones: “El tipo de tiempo condiciona las actividades humanas de manera determinante: desde la generación de energía eléctrica hasta la facilidad o dificultad para transportar mercancías y personas”, dice Miguel Ángel López, presidente de la AEMET.
Así, conocer la información meteorológica es crucial para organizarnos en nuestra vida diaria más allá del aspecto lúdico. También es especialmente importante para aquellos cuya actividad económica depende mucho de las condiciones meteorológicas, como la agricultura. Por supuesto, no podemos olvidar tampoco los fenómenos meteorológicos y climáticos adversos, cuyos pronósticos permiten salvar vidas.
“La meteorología tiene que ver más que con la predicción. Es esa compleja cadena que empieza con la medición de una variable en el océano o la atmósfera y termina con una persona tomando una decisión que podría salvar su vida o mitigar la pérdida de sus medios de trabajo”, dice Rodney Martínez, representante para América del Norte, América Central y el Caribe de la Organización Meteorológica Mundial.
