Esteban Recagno: Un actor en ascenso que triunfa en Buenos Aires – GENTE Online
 

Esteban Recagno: Un actor en ascenso que triunfa en Buenos Aires

Uruguay
Uruguay

La pandemia lo dejó de este lado del río en nuestro país, después que con 15 años empezara en el mundo del espectáculo y con 19 cruzara el charco en busca de una fama que supo conquistar con su carisma y talento.

Cuando las fronteras se le cerraron para retornar a Buenos Aires, supo ponerle creatividad y hoy ensaya obras de teatro, da clases virtuales, participa en castings y se muestra muy activo en las redes sociales.

Sin embargo tiene tiempo de mirar hacia atrás y repasar, con orgullo, sus comienzos.
Vivió en una residencia estudiantil en Argentina y padeció la soledad en una gran ciudad como Buenos Aires. La confianza en sí mismo fue su motor para llegar a participar en productos de Polka y Underground entre otros, fábricas de talentos y éxitos televisivos y teatrales. Estrenó obras, hizo comerciales, trabajó en Televisión y tiene varios proyectos en carpeta. No solo tiene futuro, sino que tiene presente.
 y logró atrapar sus sueños, algo que heredó de su padre a quien perdió con 13 años. Un hombre soñador como él, que lo sigue impulsando desde algún lugar.

La  TV Argentina lo adoptó con productos como “Buscando a Nina”, “Esperanza Mía”, “100 días para enamorarse”, “Sueño Bendito” la serie sobre Diego Armando Maradona, entre otros. Esteban Recagno (29) de profesión actor, es un joven versátil, camaleónico como se define así mismo y la pandemia lo puso a prueba de ello. Pero también le permitió volver a sus raíces y disfrutar de sus afectos.

De chico te atraía lo artístico, tengo entendido que dibujabas, cantabas, actuabas. ¿Es ahí que nace tu pasión por el teatro, el cine, o la televisión?

Cuando tenía 7 años mi profesor de canto en la escuela me regaló una beca para estudiar con Imilce Viñas, fui el único en todo el colegio para estudiar canto y teatro. Fue muy loco. Me llamó la directora al despacho, pensé que me había mandado alguna, pero me dijo “te felicito porque el profesor de canto te regaló una beca total para que estudies en la escuela”.  Y ahí sentí algo raro, algo que me iba a marcar. De chico me la pasaba dibujando, era muy solitario, bastante tímido, pero siempre lo artístico estuvo presente.

Le decía a mi madre que me mandara a casting y como ella trabajaba muchas horas no podía. Después empecé a ir yo cuando fui más grande. Me anoté en una agencia de modelos, “Personajes” que era de mi vecina que me ofreció. Todo lo referido al arte me gustaba.

Cuando tomás la decisión de ser actor, no tuviste digamos el visto bueno de tu familia, ¿cómo fue ese momento de debate interno entre hacer lo que sentías o contentar a tu familia?

No fue fácil. Mi familia sentía que estudiar teatro o comunicación era una pérdida de tiempo. Me llegaron a decir, ante tanta insistencia, que si quería lo hiciera, pero que estudiara otra cosa obligatoriamente, ahí estudié diseño gráfico. No sabía qué hacer, pero al final me anoté en la UDE y me recibí de licenciado en diseño gráfico, siempre supe lo que quería, que era teatro, pero esto era una forma de contentar a mi familia.

No me olvido que cuando empecé a estudiar ya sabía que me iba a ir del país. Una de mis profes me decía “confía en vos, te veo volando alto, tenés que irte y vas a llegar”. Esas cosas te marcan, como la de la beca que te conté. Me apoyé mucho en eso. Y mi familia cuando vio que la cosa venía en serio… fue tremendo. Tuve a mi madre llorando que me pedía que no me fuera a Buenos Aires, que era una ciudad muy grande y yo era un pibe bueno. Sentía miedo de perderme, pero yo le decía que confiara, que era mi sueño.

En todo ese proceso de crecer, tomar decisiones, definir lo que querías y donde querías ir, te faltó tu padre a quien perdiste con 13 años. ¿El habría sido un buen consejero a la hora de decidirte por lo que elegiste hoy?

Sí. Él me habría arengado a esto, para que siguiera mis sueños. Era una persona muy libre. De chico, cuando le contaba de pronto deseos que sonaban imposibles, me apoyaba. Siempre me sentí muy apegado a él porque compartíamos el ser soñadores. Eso muchas veces lo hizo chocar con mi madre que es más de los pies en la tierra.

Mi viejo era un niño más por momentos. Lo tengo presente todo el tiempo. Incluso en cada logro, en cada avance, o cuando me nominaron para los premios Florencio infantiles, tres veces. Siempre sentí que él estaba cerca de mí, ahí felicitándome desde algún lado, orgulloso, como que está feliz….

Se fue a los 19 años y aún recuerda todo lo que padeció en esos tiempos…

“Me encontré con mucha desilusión de gente que me prometió manos y no fue así o gente que se aprovecha de que sos bueno o ingenuo y te hacen pasar malos momentos. Llegué y me alojé en una residencia estudiantil. Vivía con 5 más, totalmente desconocidos. Gente muy diferente y la convivencia fue compleja. Pero siempre supe que todo eso era pasajero. No sé cómo hice para aguantar un año y medio. Fue fuerte, me robaban la comida o llegaban de madrugada haciendo ruido y vos tenías que madrugar para trabajar”

Cine, teatro, producciones fotográficas o televisión, Recagno se siente cómodo y juega en toda la cancha.

“Soy medio camaleónico, me siento cómodo en todos, en el teatro me divierto mucho y en lo que es cine y TV estoy muy concentrado, no tan divertido. No me gusta mucho hablar en el set, porque me parece más difícil, el lente capta todo y me gusta estar concentrado. Hablo, pero soy medio bicho raro. Igual creo que la tele tiene una cosa increíble porque tenés que estar concentrado, tenés que ser muy verdadero en tu actuación y hay un montón de gente atrás. Estoy muy con la cabeza en el personaje”.

¿Cuál es tu estado actual, estás en pareja?

Hoy estoy solo. Me encantaría estar con alguien, pero bueno no se ha dado todavía.

Lea la nota completa en nuestra edición impresa
Producción Gente Uruguay
Fotos Adrián Serrato      

Más información en Gente

   

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig