A cinco horas del peor atentado terrorista en la historia de los Estados
Unidos (y del mundo, s?, mi sensación es que hace semanas que estoy
despierto. Porque fue un interminable, infinito, asfixiante día de horror para
los que vivimos en esta ciudad, siempre orgullosa de su libertad e inmunidad,
pero también temerosa (desde el 26 de febrero del 93, cuando sucedi?el primer
ataque a las torres) de que alguien repitiera esa locura. Y sucedi?
Hoy, 11 de septiembre de 2001, se acab?brutalmente la casi virginidad de "La
capital del mundo", como alguna vez fue bautizada, y sin exageración.
MI DIA. A las nueve de la mañana sal?de mi casa. Misión: cubrir un
desfile de moda en Bryant Park (42 y Quinta). ¡Dios, un desfile de moda! Tom?
la Long Island Expressway, la autopista por la que suelo ir al centro de
Manhattan. A pocas millas del Midtown Tunnel, que une Manhattan con Queens por
debajo del East River, vi una imponente columna de humo que brotaba desde una de
las Torres Gemelas.
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Gustavo Cherquis, corresponsal de GENTE en los Estados Unidos
