"Cuando paso por la vereda de Cromañón sigo viendo a los chicos tirados,
escucho los nombres desesperados de los pibes que buscaban a sus amigos",
dice María de los Angeles Mata (17). No puede sacar de su mente la tragedia del
boliche del barrio de Once ni a las 192 víctimas. Ella, que pudo zafar -si la
palabra es la adecuada-, hoy vive una película de terror que no para de rodar.
Pero sobrevivió, y es una de las piezas clave en la investigación que lleva
adelante la jueza María Angélica Crotto. Junto a ella, Ignacio Pérez asiente. El
también escapó del infierno. Sabe de qué se trata. Los padres de ambos y el
abogado Miguel Angel Pierri escuchan en silencio.
-¿Qué recuerdan del instante previo al incendio?
MARIA: El que causó este desastre entró desde atrás con la candela
encendida, como hacen las hinchadas de fútbol, y en los hombros de una persona
más grande. Todos se corrían porque el calor y las chispas que despide la
bengala te queman. Cuando estaba por la mitad del boliche, vi al chico que
provocó el incendio, fue conmocionante. Era una candela, no un tres tiros como
dijeron en muchos lados.
-¿Podrías describirlo?
MARIA: Sí, claro. ¡Cómo olvidarlo! Vestía una remera roja, y su rostro tenía
rasgos como aindiados, tez oscura y un maxilar pronunciado, muy grande. Yo lo
veía de perfil porque estaba delante de mí, a la izquierda. Cuando declaré para
el identikit me dio la sensación que era un chico de entre quince y diecisiete
años, pero para la jueza, creo, tendría unos trece.
LA QUERELLA. Según Miguel Angel Pierri, abogado de las familias Mata y
Pérez, "otra vez las falencias del Estado causan muertes. Lo mismo ocurrió el
14 de enero de 2001, cuando cinco ancianos murieron después de que se inundara
el sótano del geriátrico Los Girasoles, ¿recuerdan?". La investigación de
Pierri apunta a dilucidar la responsabilidad de los propietarios de Lagarto
S.A., empresa que figura como dueña de Cromañón, de Omar Chabán, quien
habría violado la figura jurídica de garante o responsable del espectáculo, y en
tercer lugar a la banda Callejeros, que aparece como parte involucrada en la
organización, ya que, al parecer, percibía un importante porcentaje de la
recaudación.
Cromañón es una pesadilla que no termina", coinciden.">
María de los Angeles junto a Ignacio Pérez, otro de los sobrevivientes de la tragedia. Los dos tienen pesadillas y temen a la oscuridad. "Cromañón es una pesadilla que no termina", coinciden.
