-Thalía, ¿qué opina de que Shakira salga con el hijo de un ex presidente?
-le preguntaron.
-Mi amor… ¡Yo tengo a un presidente, al presidente de Sony, no al hijo de nadie…! -se burló la ex bomba y aún latina
Thalía.
El diálogo provocó carcajadas y tuvo lugar el jueves pasado en el Museo Renault
de Buenos Aires. La mexicana de 31 años llevaba sólo 24 horas en el país y ya
había desatado una tormenta: minimizó frente a la prensa la mediática relación de la exitosa cantante colombiana con Antonio de la Rúa y aprovechó para jactarse de su condición de mujer y esposa de Tommy Mottola (nada más ni nada menos que el presidente de su discográfica).
La visita duró apenas 72 horas, durante las cuales la mexicana se instaló como una verdadera reina pop: ocupó una de las habitaciones principales de la mansión del
Hotel Four Seasons (el mismo y lujoso aposento que eligieron los Rolling Stones y Madonna, entre otros).
¿Su agenda? Apretadísima: participó en casi todos los programas de Canal
13, dio algunas entrevistas de radio y un recital en el Luna Park en beneficio de Unicef. En su tiempo libre se dedicó al yoga, actividad que realiza para mantenerse ágil y para "descansar mi mente", según confesó. Lo cierto es que esta vez, la chica que visitó el quirófano para ponerse lolas y angostar su provocadora cintura sacándose un par de costillas, no logró seducir al público como otrora. "Está demasiado flaca; ya ni cola le queda", se quejó en voz alta uno de los fans que se apostaron en la puerta del hotel durante tres días solo para verla.
Se puso lolas y hasta se quitó costillas para parecer una bomba latina. En su última visita a Buenos Aires, la mexicana demostró que sólo le queda lo de latina: más flaca que nunca, Thalía enseñó pocas curvas.
Con Tommy estamos como de luna de miel, por eso todavía no pensamos en tener hijos"">
"Con Tommy estamos como de luna de miel, por eso todavía no pensamos en tener hijos"
