La reina de las telenovelas hizo una impasse entre las grabaciones de El Sodero de mi vida para donarle unas horas a
Unicef, en apoyo a la campaña de lactancia materna que la organización mundial está llevando a cabo en todo el país. Con ocho meses de edad, Anna, la hija de Andrea, debutó ante las cámaras. ¿Su rol? Un coprotagónico: junto a su mamá compartieron el momento más emotivo que existe entre una madre y una hija.
-¿Qué te llevó a participar?
-Siempre colaboré con este tipo de entidades. Y en este caso estoy dando mi testimonio: darle de amamantar a Anna, que es lo que hago todos los días.
-¿Creés en la efectividad de este tipo de campañas?
-Sin dudas. Las cifras de mortalidad infantil son alarmantes, y algo hay que hacer. Esos números se podrían bajar si las madres tomaran conciencia de que amamantar es lo mejor para su hijo. Lo ideal, según la
Organización Mundial de la Salud, es que el bebé tome pecho hasta los dos años. Es difícil si tenés que trabajar, pero yo hasta ahora pude. Y la idea es seguir hasta que Anna cumpla el año.
-¿Cómo hiciste para alimentarla en el medio de las grabaciones?
-Anna tomó cuatro meses el pecho a libre demanda, por eso me la llevaba a las grabaciones. Paraba de trabajar el tiempo necesario para conectarnos y alimentarla. Ahora come papilla, pero la teta no la deja por nada del mundo…
Madre e hija, juntas para apoyar a Unicef. Para la campaña, Andrea compartió su momento de intimidad: alimentó a Anna frente a las cámaras.
