«Vinimos a la Argentina porque era un país de oportunidades» – GENTE Online
 

"Vinimos a la Argentina porque era un país de oportunidades"

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Argentina, 1.100 puntos; Nigeria, 1.340 puntos. Argentina, 2.433; Nigeria, 2.439. Argentina, disparada por encima de los tres mil puntos; Nigeria, cerca. Argentina, Nig
eria, dos países que parecen haber entrado en una competencia del derrumbe. Las palabras "riesgo" y "país", conjugadas por quienes manejan los hilos de las finanzas internacionales, hacen temblar las tambaleantes y ajadas economías de ambos países con una facilidad espeluznante. 

En Buenos Aires viven más de 300 nigerianos, contando a sus hijos nacidos aquí, pero que conservan nacionalidad y tribu paternas. Llegaron a la Argentina porque "este era un gran país", según dice Obdahia Alegbe (48), ingeniero electrónico y desarrollador de software, que pisó nuestro suelo en 1977, y nunca más lo abandonó. Alegbe es, además, presidente de la
Asociación de Nigerianos en el Río de la Plata, es decir, es la voz de su comunidad.

"Vine a la Argentina para estudiar. Hace 24 años, éste era un país de oportunidades. Yo llegué con el secundario no reconocido y aquí fui a una escuela de adultos, gratis. Con el título de perito mercantil ingresé en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires. No tenía terminado el trámite de radicación y a los dos meses ya estaba trabajando en una empresa que me hacía los aportes. La Argentina me dio todo, pero lamentablemente este país cayó, igual que el mío. Los dos hicieron el mismo camino descendente", dice Obdahia en un impecable castellano de acento inglés. Su hijo David, de cinco años, se trepa por las sillas de la casa, en Almagro. Su padre no detiene la charla, pero a la vez mantiene sus ojos sobre el pequeño que, finalmente, termina en las rodillas de papá. "Omo me, me guono owe omamo", dice entonces Obdahia. David entiende. Y sonríe. Su padre le acaba de decir que lo quiere, sólo que en la lengua de la tribu urhobu a la que él y su hijo pertenecen, sin importar la distancia y
el Atlántico, que se interpone entre el barrio de Almagro y su tierra natal. 

Durante las fotos, Steven Douglas y Robert Ayamila sonrieron incansablemente. Steven (41) es ingeniero. Trabaja en construcciones urbanas y también en sistemas informáticos. Robert (39), por su parte, nació en Lagos, capital económica de Nigeria, y tiene dos hijos: Jake (3) y Unise (1), con quienes habla en castellano o en inglés, el idioma que le es más cómodo.

Obdahia Alegbe, Robert Ayambila y Steven Douglas, tres representantes de la comunidad nigeriana en Buenos Aires, sonríen con la Casa Rosada como fondo.

Obdahia Alegbe, Robert Ayambila y Steven Douglas, tres representantes de la comunidad nigeriana en Buenos Aires, sonríen con la Casa Rosada como fondo.

Obdahia Alegbe tiene 48 años. Está casado con una argentina, Alejandra Beltramo, de 37, y tiene un hijo de 5, David. Obdahia, que es de la tribu urhobu, trabaja en su casa de Almagro, donde desarrolla diferentes aplicaciones informáticas. Actualmente está ideando un soft de uso médico para unificar las historias clínicas de los pacientes.

Obdahia Alegbe tiene 48 años. Está casado con una argentina, Alejandra Beltramo, de 37, y tiene un hijo de 5, David. Obdahia, que es de la tribu urhobu, trabaja en su casa de Almagro, donde desarrolla diferentes aplicaciones informáticas. Actualmente está ideando un soft de uso médico para unificar las historias clínicas de los pacientes.

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