Un verano a toda piel – GENTE Online
 

Un verano a toda piel

Bajo el sol y en las playas top de las costas argentina y uruguaya, el minibik lanza su grito de guerra: ¡Aquí estoy! Desde luego, tiene historia y parientes prestigiosos: el cola-less de los 80, el look int de umbrales de los 90 y el revolucionario microbikini que saludó el despunte del nuevo milenio. Despojándose y deshojándose lentamente desde
las enterizas Jantzen de Esther Williams (dato exclusivo para mayorcitos nostálgicos) hasta la nada o casi nada de hoy, el traje de baño es rey en las arenas del Plata, el Atlántico y el Pacífico. Pero este año, con un adiós (¿o sólo un impasse?) al bikini clásico, un ¡no! a los brillos y un "¡Vade retro, Satán!" al animal print. ¡Tomá nota!


EN FRASCO CHICO.
Trajes de baño 2003. Instrucciones. Esta cinta se autodestruirá en cinco segundos. Su atención, por favor: mini, más que mini, supermini, ultramini, mini cuasi invisible. En síntesis: minibik. El mandato: audacia. "En el 98 fui una de las pioneras del microbikini. Y a pesar de que soy bastante tímida, lo adopté para siempre. Es cómodo, sexy, y lo complemento con minishorts o un pareo", revela Soledad Solaro. Revela apenas dos triangulitos arriba y otro -microscópico- abajo. El mandato II: mucha piel, pocas marcas (esas heridas que la sombra le infiere al sol…) y seducción sin límites. Los colores, furiosos y absolutos protagonistas: rojo, amarillo, turquesa, fucsia, verde, naranja. Especie: traje de baño (¿o acaso hablamos de otra cosa?). Género: lo último-último-ultimísimo, el microtul. Y con amplia libertad. Lo mismo en las remeras que van sobre los bañadores (palabreja de la década de los 20). ¿Y las teen, qué? Para ellas la tendencia ganadora serán las rayas… 

ROMANTICAS 2003.
"La onda de este verano es el romanticismo y los minibiks con terminaciones materiales. Lo más: volados, bordados, apliques y mallas pintadas a mano", cuenta Norma Pardo, diseñadora de Class Life. Marca que acaba de inaugurar un local en Barcelona y apuesta a un look entre hippie y romántico. A saber: corpiños con forma de triangulito o bandeau, minihot con acento de pareo bien corto y con voladitos, y una primicia: "Como adelanto, en el 2004 se usarán las texturas gamuzadas y los grises plateados", cuenta Pardo. 

HISTORIA EN DOS PIEZAS.
Corre 1946. Se apaga la metralla de la Segunda Guerra Mundial. La larga pesadilla rompe su ominosa cáscara y deja volar a la criatura que tanto ha esperado. Hay una, diez, cien revoluciones. Hay nuevas costumbres, nuevas modas, nueva literatura, nuevas artes. Y en París, los diseñadores Heim y Louis Reard urden un traje de baño de dos piezas. Así como el Renacimiento develó huesos, músculos (la carne humana en toda su gloria), este breve adminículo reverencia el desnudo femenino (Dios sea loado…). Le ponen un nombre perfecto: bikini, como el atolón en que los Estados Unidos hace explotar una bomba atómica de prueba. Y la modelo Micheline Bernardi es la primera mujer del planeta que se atreve a usarlo. De algún modo, su huella en la arena sería a la moda lo que la huella de Neil Armstrong en la Luna a la conquista del espacio… 

El tiempo se acelera. La guerra de Corea y el rock en los 50, The Beatles en los prodigiosos 60, Vietnam y los hippies, etcétera. Mucho fragor. Tanto, que la transgresión del bikini, aquella que irritó a moralistas e inspiró ensayos a los sociólogos, fue apenas una travesura de la tijera. Travesura con un toque extra: la panza femenina, ese mínimo y máximo universo de la vida, pidió paso, y los diseñadores se lo abrieron. 

COLORES Y TEXTURAS.
Pero volvamos a hoy, ahora, aquí. Caro Cuore propone, para reinar bajo el sol y en el mar, una combinación de colores fuertes, tonos pastel, estampados a rayas y una onda fuertemente deportiva. Además, lo más top para el after beach: remeritas semitransparentes en tela de media, ajustadas y peligrosamente sexy. "Me animo al minibik y a la sensualidad en la playa, pero ante todo elijo la comodidad. Para practicar surf uso shortcitos y top bien ajustados", cuenta la modelo Marina Marré. 

Estrictamente prohibido: el animal print, los géneros plateados y dorados, los soutiens armados o push-up
(Class Life propone el triángulo con relleno para las más chatas) y el bikini clásico. Pero nada de esto funciona a pleno y en armonía si se olvidan los detalles: los minibiks exigen flores aplicadas, bordadas o pintadas a mano. Flores a lo van Gogh o estilo pintor desconocido pero muy amigo: no importa. Pero flores al fin. Y fin de esta nota.

por Alfredo Serra y María Noel Alvarez
fotos: Santiago Turienzo
producción: Sofía Delger
(peinó Víctor González para Roberto Giordano. Agradecemos a Guardería Sarthou de Tigre, Class Life y Caro Cuore)

Soledad Solaro, Mariela Pra, Déborah Bello, Pía Slapka y Marina Marré:  cuatro modelos top con los modelos más top, crash, bang y boom del verano. La onda minibik: mostrar cada día más. Porque quieren. Y pueden.

Soledad Solaro, Mariela Pra, Déborah Bello, Pía Slapka y Marina Marré: cuatro modelos top con los modelos más top, crash, bang y boom del verano. La onda minibik: mostrar cada día más. Porque quieren. Y pueden.

Más de Caro Cuore. Soledad Solaro, uno de los mejores cuerpos del 2002, con remera y minibik transparentes. Aquí se impone el silencio de la contemplación. El silencio del homenaje a la belleza.

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