Por estos días las encuestas de opinión dicen que Máxima Zorreguieta es más popular para el pueblo holandés que la misma reina Beatriz (26 % contra 24 %), su suegra. Ni siquiera el tropezón que sufrió la semana pasada en Suecia pudo frenar a este
huracán argentino. Según los holandeses, Máxima "es una chica muy moderna, independiente y
discreta".
Al revés de la reina, a quien tildan de arrogante. Y dicen que la argentina logró lavarle la cara a la corona. Por ejemplo, el fin de semana anterior al viaje a Suecia, Máxima convenció a la reina para que saliera a navegar en el barco Goene Draeck a pesar de la lluvia que caía sobre La Haya. Algo verdaderamente inusual para Beatriz, que suele mostrarse en público sumamente seria y acartonada.
"Desde que llegó a la realeza, la chica logró que la reina esté mucho menos rígida, más décontracté, más
informal", comentan allegados a la familia. Y hasta logró incrementar el apoyo de la población a la monarquía, que venía en decadencia. Antes del noviazgo entre Máxima y Guillermo Alejandro, sólo el 60% de la población tenía preferencia por la monarquía. Con el anuncio del compromiso, esta cifra ascendió al 70%.
Feliz y radiante, llegó -con yeso y muletas- a la reunión semanal del Consejo de Ministros en La Haya el viernes 22. Al día siguiente, su novio y la mismísima Reina la acompañaron a operarse.
Durante las bodas de plata de los reyes de Suecia, a Beatriz se la vio sonriente como nunca, junto a Maxi y Guillermo Alejandro.