El planeta Laport son dos hectáreas perfectamente delimitadas por un muro a prueba de paparazzi, en Bella Vista. Hay un espejo de agua que parece un lago en miniatura, una caballeriza hoy desierta, una pileta de natación, un quincho con su correspondiente parrilla y una cálida casa de dos plantas. Sin oros, por supuesto. La pérgola del jardín está hecha con antiguas butacas del cine-teatro Del Cerro de Montevideo, y la mesa es una puerta de heladera que "perdió" Alejandro Romay en un descuido, montada sobre un pie que alguna vez sirvió como tapa de un depósito de agua. Todo aquí tiene nombre. La pérgola se llama Extasis, y el espejo de agua que encierra algunos peces de colores es El lago de los suspiros. Y al pie del molino de viento hay una bodeguita que Laport bautizó Lo de Pugliese, en honor al único bar de su Puerto Sauce natal.
"Un 70 por ciento de lo que ves acá lo hice con mis manos", asegura Osvaldo. Y habla entonces de los sillones del living, que son dos bañeras antiguas recortadas y acolchadas, y de los cientos de caballitos de madera que asoman por todas partes. Recordará luego cuando él mismo paleó las lomas de tierra que orillan todo el camino de ingreso a la casa. "Yo me crié en un lugar donde mi viejo nos enseñó a colocar medias suelas en los zapatos, coser el botón de una camisa, cocinar y cortarte el pelo -dice-.
En mi casa nada se tira, todo se transforma", insiste. Y concluye poco después con un lapidario "sí, junto porquerías". Ahora ríe, mientras descorcha un exquisito cabernet sauvignon que le enviaron desde El club del vino.
Osvaldo Laport lleva diez meses lejos de la rutina del trabajo. En diciembre de 2000 grabó el último capítulo de Campeones y desde entonces sólo participó en un Tiempo Final y protagonizó el largometraje Sólo un ángel. Pero su descanso ya tiene fecha de vencimiento: en breve comenzará a rodar una nueva tira de la cual sólo se sabe que está relacionada con el tango y tendrá horario central en la pantalla de Telefé. Y será éxito, inevitable.
-Hábleme de su año sabático, Laport.
-A los 45 años, ésta es la primera vez en mi vida que puedo parar. A los 39 armé mi primera maleta para irme de vacaciones, porque nunca antes había ido a descansar a ningún lado. Pero esta fue una pausa forzada, y no sé si es tan gratificante ser beneficiado con algo así, porque soy un tipo hiperactivo que está acostumbrado a marcar tarjeta para vivir. Imagináte que recién en estos últimos meses me animé a dormir la siesta. Al principio me despertaba temprano porque pensaba: "Qué va a decir el casero si duermo hasta tan tarde…". Son las mochilas que uno tiene, que eliminé gracias a mi analista, que es mi desatanudos.
por Jorge Martínez Carricart
fotos: Marcelo Babarro
asistente: Maximiliano Bort
producción: Inés Azumendi
(Agradecemos a : Versace, Unifón, Ricky Sarkany, Vanesa Randazzo y utilería Telefé. Coreografía: Patricio Touceda. Maquilló: Susana Noguera)
Voy a componer a un individuo que estará relacionado con la poesía y con el romance. Es un tierno, apasionado por el tango. Bailarín y cantante. Será una comedia romántica cuya temática abarcará a Neruda, Benedetti, la filosofía tanguera y la cosa cotidiana".">
Un halo de misterio envuelve su próximo trabajo. Osvaldo apenas adelanta algunos detalles. "Voy a componer a un individuo que estará relacionado con la poesía y con el romance. Es un tierno, apasionado por el tango. Bailarín y cantante. Será una comedia romántica cuya temática abarcará a Neruda, Benedetti, la filosofía tanguera y la cosa cotidiana".
