«Tengo la fuerza de los vientos del Sur» – GENTE Online
 

"Tengo la fuerza de los vientos del Sur"

El 27 de abril, Néstor Kirchner amaneció a las nueve. Esta vez, dejó de lado
sus ejercicios sobre la cinta. Frente al espejo, repitió su campera de cuero
marrón y completó su vestuario con una camisa que él mismo definió "a cuadrillé
celeste y blanc
o" (N. de la R.: dos prendas que forman parte de su arsenal de
cábalas electorales
). Desayunó frente a la pantalla de su computadora, trepó a
Internet para leer los diarios porteños, y los comentó luego con su mujer. "La
misma rutina que todos los domingos...
", aseguró después. A media mañana, Kirchner se cruzó hasta su despacho en la gobernación de Santa Cruz y regresó a
la residencia para almorzar junto a su familia. ¿El menú? Ñoquis con salsa de
pollo y helados. Entonces, el teléfono no paró de sonar ni un segundo. "Si
llaman es porque las cosas andan bien",
tradujo luego a GENTE la senadora
Cristina Fernández de Kirchner. Los llamados más repetidos fueron los realizados
por el presidente Eduardo Duhalde y los encuestadores Artemio López y Enrique
Zuleta Puceiro. Durante la mañana, el candidato por el Frente para la victoria
evitó todo contacto con la prensa y sólo se permitió algunas declaraciones off
the record ante los medios gráficos. "Estoy tranquilo, los números nos
favorecen. Al final de la noche, el resultado nos va a dejar en un final cabeza
a cabeza con Menem"
, anticipó cuando aún no habían terminado los comicios.

El gobernador Néstor Carlos Kirchner (h) votó a las 16:30 horas en la mesa
número 44 del colegio Dr. Julio Ladvocat. En medio de una multitud, caminó junto
a su hija Florencia hasta el cuarto oscuro. Emitió su voto y enfrentó las
cámaras por primera vez en el día. Aún en veda electoral, sus declaraciones
fueron medidas. "Los domingos son días de cristiandad...", se excusó cuando le
preguntaron respecto de Carlos Menem. Y regresó a su despacho, donde había
montado su propio centro de cómputos: dos PC para seguir el escrutinio
provincial y nacional en simultáneo. Su hijo mayor, Máximo Carlos, operó
personalmente las máquinas. El resto de la familia Kirchner -y su círculo de
colaboradores más cercanos- se instaló alrededor del único televisor que había
en el ambiente. Sobre su escritorio, algunas fotos familiares de los tiempos en
que lucía jopo y Cristina usaba el pelo castaño claro. Allí, recibió el
escrutinio. En la intimidad, Lupín (N. de la R.: tal como llaman todos al
gobernador de Santa Cruz) festejó su confirmación en el ballotage entre gritos y
aplausos. "Como un digno hincha de Racing", comentaría luego un empleado de la
gobernación. Sin embargo, decidió esperar hasta que fueran escrutados el 50 por
ciento de los votos para presentarse ante los periodistas que lo esperaban en el
Salón Blanco, vecino a su despacho.

El mandatario santacruceño y su mujer, la senadora Cristina Fernández. El candidato a presidente dice que no quiere hablar de alianzas. Mi única alianza es con el pueblo argentino", aseguró.">

El mandatario santacruceño y su mujer, la senadora Cristina Fernández. El candidato a presidente dice que no quiere hablar de alianzas. "Mi única alianza es con el pueblo argentino", aseguró.

Mesa número 44 del colegio Dr. Julio Ladvocat, 16:30 horas. Néstor Kirchner intenta votar. 
Su hija Florencia, que quiso acompañarlo en todo momento, queda presa entre la urna y su papá. No era para menos: fue la primera vez en el día que el candidato apareció ante los medios.

Mesa número 44 del colegio Dr. Julio Ladvocat, 16:30 horas. Néstor Kirchner intenta votar.
Su hija Florencia, que quiso acompañarlo en todo momento, queda presa entre la urna y su papá. No era para menos: fue la primera vez en el día que el candidato apareció ante los medios.

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