“Soy su mujer y les pido que recen por Felipinho” – GENTE Online
 

“Soy su mujer y les pido que recen por Felipinho”

El recuerdo de Ayrton Senna es inevitable. El primero de mayo de 1994, el piloto brasileño muere en el Gran Premio de San Marino. Pierde el control de su Reanult Williams, se estrella a 300 kilómetros por hora contra un guard-rail, y una rueda se desprende y golpea su cabeza. Quince años después, durante la segunda ronda clasificatoria del circuito de Hungría, el Hungaroring, el drama se repite, aunque con distinto final. Un resorte de un amortiguador escapa de otro auto y pega en el casco de Felipe Massa (28), que avanza a bordo de su Ferrari, y el proyectil impacta a centímetros de su ojo izquierdo. Antes de que la conmoción cerebral lo anule del todo, Felipinho pisa los frenos, el velocímetro baja bruscamente de 230 a 170 kilómetros por hora y la Ferrari se estrella contra la barrera de protección de un muro de neumáticos. Todo en apenas cuatro segundos. Salvó la vida gracias a ese casco que vale 30 mil dólares… Mientras, la estilista Anna Rafaela Bassi, mujer del piloto desde el 30 de noviembre de 2007, ve el accidente en vivo desde San Pablo, la ciudad natal de Senna y Massa. Pero no está sola: en su vientre late su primer hijo, Felipe Junior, en el sexto mes de embarazo de su madre.

BANDERA ROJA. La prueba de clasificación se detiene a raíz del accidente, como lo exige el reglamento. Felipe está inconsciente y no respira. Lo llevan a la sala de primeros auxilios del circuito, y después, en helicóptero, hasta el hospital AEK de Budapest. Los comisarios de pista estudian la escena: el amortiguador casi fatal pesa cerca de un kilo, pero disparado a semejante velocidad aumenta veinte veces su peso cada 90 kilómetros por hora. La cuenta es tan clara como terrible: lo que se estrelló en el casco de Massa equivale a un trozo de metal cortante de 55 kilos, escapado del Brawn GP de su compatriota y amigo, el también paulista Rubens Barrichello (37). Horas después, el primer parte médico: “Conmoción cerebral, un corte en la frente y una fisura orbital en los huesos de la cara. Condición seria, pero estable”. A la mañana siguiente, Felipe sale del coma farmacológico y la tomografía axial revela un dato alentador: “El paciente permanece más tiempo despierto y es capaz de comunicarse de forma activa moviendo sus piernas y sus manos”, dice Istvan Bocskai, responsable del hospital.

UNA FAMILIA EN VILO. Anna Rafaela viaja a Budapest la misma noche del sombrío domingo. Tensa, antes de abordar el avión dice por tevé: “Recen por Felipe, no importa con qué fe ni con qué culto religioso. Todo importa, todo puede darle fuerzas…”. También se embarcan los padres del piloto, Luis Antonio y Ana Elena, “para acompañarlo, porque es muy difícil soportar tanta expectativa y saber cómo marchan las cosas a través del teléfono o los noticieros”, dicen. Al llegar al hospital reciben un parte optimista: “Su estado es serio pero estable. Hay firmes esperanzas de recuperación”.

EL IMPREDECIBLE FUTURO. Felipinho corre para la mítica escudería Ferrari desde 2006. Su mejor performance la coronó el año pasado en la última competencia (Melbourne), quedando a un punto del campeonato mundial. En la última vuelta, Lewis Hamilton marchaba sexto, y de terminar así, Massa habría agitado el botellón de champagne. Pero en la penúltima curva, el moreno inglés dejó atrás a Timo Glock y fue el gran elegido. El campeonato se le escurrió de las manos a Felipinho justo cuando todo Brasil se disponía a erigirlo como el sucesor del gran Ayrton.

Hoy, Massa está séptimo en el campeonato, con 22 puntos, pero es imposible saber si podrá volver al cockpit este año. En realidad, no se sabe si volverá a llevar una vida normal. Apenas al momento del cierre de esta edición ha comenzado a mover las manos y los pies. Por las dudas, los capos de Ferrari barajan el incierto futuro. Si no es Massa… ¿quién? Uno de los primeros nombres que saltaron fue el de Michael Schumacher, el séptuple, máximo campeón de la historia. Pero hoy importa más el hombre que el piloto que ha ganado once grandes premios. Y fundamentalmente a Anna, quien no piensa ni en la Fórmula Uno ni en la posibilidad de la millonaria indemnización de la que se habla. Sólo desea recuperar al hombre que ama, y de quién tendrá un hijo en noviembre. Felipe Massa ya fue sacado del cockpit y lo llevan a la sala de primeros auxilios del circuito. Y el amortiguador del auto de Barrichello, que se estrelló en el casco de Massa con la fuerza de un proyectil casi mortal.

Felipe Massa ya fue sacado del cockpit y lo llevan a la sala de primeros auxilios del circuito. Y el amortiguador del auto de Barrichello, que se estrelló en el casco de Massa con la fuerza de un proyectil casi mortal.

Su mujer, Anna Rafaela Bassi, embarazada de seis meses, llega a Budapest desde San Pablo esa misma noche, desesperada.

Su mujer, Anna Rafaela Bassi, embarazada de seis meses, llega a Budapest desde San Pablo esa misma noche, desesperada.

Felipe y Anna Rafaela se casaron el 30 de noviembre de 2007 en la iglesia de Nuestra Señora de Brasil, en San Pablo.

Felipe y Anna Rafaela se casaron el 30 de noviembre de 2007 en la iglesia de Nuestra Señora de Brasil, en San Pablo.

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