«Sos la primera Maradona que tiene un título. Tu graduación es la de todos nosotros» – GENTE Online
 

"Sos la primera Maradona que tiene un título. Tu graduación es la de todos nosotros"

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Buenos Aires, 6 de diciembre de 2004

Querida Dalma:
Recién volvimos con mamá de tu graduación. Bachiller Bilingüe dice tu diploma…
¡Qué orgulloso que estoy, Dalmita! Me hiciste un regalo enorme esta noche como
papá, a pesar del tiempo que te falto y a pesar de que, a veces, no soy el padre
que hubiese deseado ser.

La emoción que hoy siento va a estar guardada en mi corazón hasta el último
día de mi vida. Te vi tan grande parada en el escenario con esa toga azul
eléctrico y tu birrete de graduada en la cabeza, tan especial entre tus 20
compañeros del San Eduardo, tan única como la maravillosa hija que sos, que
tengo necesidad de decirte y repetirte que me hacés mucha falta.

Quiero que esto que siento ahora, esto que me llena el corazón, te quede
guardado en esta carta toda la vida. Esta noche vos lograste algo que yo tengo
pendiente con mi padre, a quien nunca le pude dar un título porque no terminé el
colegio. Lo sabés, y sabés también que para mí terminar de estudiar es una
asignatura pendiente. Y ahora vos lograste lo que nunca antes logró ningún
Maradona. Esta fue la primera graduación para mí y también para tu abuelo. Tu
graduación, Dalma, es la de todos nosotros. Por eso llorábamos de emoción y se
nos caían las lágrimas. Al verte con tu diploma, tanto a tu abuelo como a mí se
nos cruza Fiorito, se nos cruzan los campitos donde empecé a jugar al fútbol, se
nos cruza el colegio Remedios de Escalada de San Martín, donde no pude terminar
el bachillerato.

Te cuento algo: yo hubiese deseado llevarle a mi padre el diploma de
bachiller. Alguna vez soñé con volver a estudiar y entregarle el título a mis
viejos que tanto se sacrificaron. Ellos querían que yo tuviera una mejor
educación, pero a los 15 años me fui al fútbol y en ese momento el fútbol era
más que todo. Mirá vos lo bueno que será mi viejo que no quería que yo fuera a
representar la Selección Juvenil porque lo único que quería era que yo lograra
el título de bachiller. Y ahora vos conseguiste todo con tu esfuerzo, con tu
enorme inteligencia, con tu voluntad y tu fuerza. También, quiero ser justo, con
el apoyo de tu mamá, que es quien hoy se lleva el gran mérito de que seas la
hija que sos y la estudiante recién recibida que tanto nos enorgullece.

Una vez, cuando vos eras muy chiquita, me invitaron a Oxford y me dieron un
diploma. A mí, que nunca terminé la secundaria me entregaban un diploma en una
de las mejores universidades del mundo. Y esa vez sentí algo parecido a lo que
debés sentir vos: "Llegué". Ese diploma decía: Maestro inspirador de los
sueños.

Me explicaron que el título me lo daban porque yo tenía la capacidad de
trasmitir que siempre hay un sueño más, que no hay una meta final. Es cierto:
estoy convencido de que la ilusión no se compra, que siempre se puede vivir con
la esperanza de decir "¿qué me va a pasar mañana, con qué me va a sorprender
la vida?
". Porque esa es la lucha de todos los días. La vida, que me tocó
con la varita mágica, me permitió soñar sin límites.
Pero hoy estoy viviendo una realidad que es mil veces mejor que cualquier sueño.
La vida está siendo generosa conmigo una vez más, me está dando algo mucho más
grande que cualquier ilusión: verte crecer convertida en una mujer muy especial.
Porque vos sos mucho más que la mujer que yo soñaba que podías llegar a ser. Sos
mucho más que la hija que siempre soñé. Superaste cualquier deseo de padre,
cualquier expectativa. Sos buena hija, buena amiga, buena novia… Con tu mamá te
deseamos y te imaginamos muchas veces, pero resultaste una mujercita única,
hasta para la imaginación más grande.

Me siento orgulloso de vos, no sólo por tu título que hoy te entregué con un
nudo en la garganta, sino por lo que sos también como compañera. Siempre estás a
disposición de todos, siempre estás dispuesta a dar y a escuchar, siempre buscás
la palabra justa, dar una mano, ser amiga de todos tus amigos a pesar de
cualquier cosa.

Una vez, cuando eras chiquita, me trajiste un diploma a la Mejor Compañera.
Para tu madre eran muy importantes tus notas, que trajeras un 10 o un
felicitado, porque ella estaba en la cosa de todos los días con el boletín, los
exámenes y los maestros. Pero para mí, ese diploma fue más importante que
cualquier nota. Porque creo que el estudio sirve y ayuda en la vida, pero como
mujer y como hija, para formarte como persona, ese diploma vale más que mil
títulos. "La elección de Mejor Compañera te va a servir toda la vida", te
dije cuando me lo diste. Y yo, que me equivoco tantas veces, no me equivoqué con
vos.

Ahora que te recuerdo chiquita, me doy cuenta de que el tiempo vuela
demasiado rápido para todos. Te miro y ya estás grande, ya sos una mujercita. Me
parece que fue hace muy poco cuando estaba dándote de comer todo lo que
encontraba y vos te reías con tu cara regordeta y agarrabas la comida con tus
deditos para llevarte las galletitas a la boca. Ahora ya estás graduada,
enamorada de Fernando que es un pibe todo corazón, y esto me hace pensar que ya
estoy más para pensar en los nietos que en otra cosa. Y me gusta que sea así. Me
hace feliz verte crecer.

Dalma vos sos todo.
Sos la mejor amiga de un compañero enfermo.
La amiga del padre cuando el padre está mal.
La hija que siempre está cuando su madre la necesita.
La moderadora cuando Claudia, Gianinna o yo nos enredamos y no encontramos la
forma de deshacer los desencuentros.
Sos la que tiene la palabra justa, la que ordena cuando nosotros no estamos
claros.
Sos muy frontal y sincera. Decís siempre lo que sentís. Tenés esa enorme
cualidad que yo tanto admiro en vos: abrís tu corazón y lo entregás. Vivís con
el corazón en la mano. Y a veces me da miedo, porque no quisiera que te
lastimen. Pero creo que ahí reside tu fuerza. Cuando hablás, no te equivocás. Y
te lo digo para que sepas qué es lo que siento, aunque a veces te parezca que me
enojo o no pienso como vos. Tus sentimientos son auténticos y te movés siempre
con la verdad que te dicta tu corazón.

En estos tiempos que hemos hablado tanto te fuiste convirtiendo en una
mujercita mucho más especial de lo que ya eras. Encontré en vos esa enorme
fuerza de encarar las cosas, de poner el cuerpo una y otra vez para hacer frente
a los problemas. Me ayudaste y me ayudás mucho. Sé que siempre estás a mi lado,
en los momentos de felicidad y en los momentos de angustia. Y quiero que sepas
que yo también estoy siempre al lado tuyo, aunque a veces no estemos cerca por
la distancia que hoy nos separa. Por eso, cuando estoy lejos, te extraño tanto:
me hacen falta tu palabra, tu corazón, tu sinceridad.

En nuestras conversaciones hay muchos por qué. Y yo te amo así, porque sé que
vos necesitás hacer todas las preguntas y tener todas las respuestas. Así te
ayudás y nos ayudás a superar todas las cosas que nos han tocado vivir.

Dal, vos tenés mis ojos. Pero en tu forma de mirar el mundo sos mucho más
clara que tu papá.

Dal, vos me enseñás, me enseñaste y me enseñarás cada día a ser padre. Tenés
la sabiduría para entrarme, para meterte en mi corazón y en mi mente. Dal, vos
sos mi reina.

Y te deseo que seas muy muy muy feliz. Si yo no supe tener la felicidad, te
pido que tomes mi corazón, que ahora te entrego, para que te acompañe con sus
latidos en este camino que te espera en la vida. Vos sí vas a saber encontrar la
felicidad.

Estoy muy orgulloso de vos. Me hiciste muy feliz hoy con tu diploma. Siempre
me hacés feliz. Sos uno de los grandes premios que me dio la vida.

por la copia: Gabriela Cociffi

fotos: Christian Brea

Estudio CineOn (fotografía y video digital) Emilio Mitre 413- 1º A.
Tel: 4433-0088 - [email protected] - www.cineon.com.ar

Diego y Claudia en la ceremonia de graduación de Dalma. Maradona había llegado la noche anterior, desde Cuba, especialmente para ese día. Esta noche vos lograste lo que yo tengo pendiente con mi padre, a quien nunca le pude dar el título porque no pude terminar el colegio", confesó emocionado.">

Diego y Claudia en la ceremonia de graduación de Dalma. Maradona había llegado la noche anterior, desde Cuba, especialmente para ese día. "Esta noche vos lograste lo que yo tengo pendiente con mi padre, a quien nunca le pude dar el título porque no pude terminar el colegio", confesó emocionado.

Lunes 6 de diciembre, siete de la tarde, colegio <i>Saint Edward's</i> de Vicente López. Dalma cursó allí el ciclo de Polimodal para recibirse de Bachiller Bilingüe. En la noche de su graduación, con toga azul eléctrico, se emocionó cuando Diego y Claudia subieron al escenario a entregarle el diploma.

Lunes 6 de diciembre, siete de la tarde, colegio Saint Edward's de Vicente López. Dalma cursó allí el ciclo de Polimodal para recibirse de Bachiller Bilingüe. En la noche de su graduación, con toga azul eléctrico, se emocionó cuando Diego y Claudia subieron al escenario a entregarle el diploma.

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