Bombón de sangre latina conquista Estados Unidos. OK, eso ya lo vimos. Jennifer López, por ejemplo. Y J-Lo ya hizo lo suyo. Ahora se vino Eva Longoria (30), de raíz mexicana, nacida en Corpus Christi, Texas. Y las cosas son hot, muy hot. Usted, si tiene cable, por ahí la vio en esas del zapping, cuando hace de Gabrielle Solis, en Desperate housewives -que sale por Sony-, una ex modelo latina que sólo se alegra cuando va de shopping, maneja su Lamborghini… o se acuesta con su jardinero de 17 años cuando su marido se va, en una de las mejores comedias que se le ocurrieron a la tevé estadounidense: señoras casadas y muy frustradas que remontan el bajón con tremendo humor agrio, infidelidades y otras cosas en Wisteria Lane, un fino barrio de allá. A cada capítulo lo ven en los Estados Unidos 25 millones de personas. Y la ven a Eva, o a sus curvas. Y les guste o no a sus compañeras de elenco (bastante se dijo de las enfurecidas peleas entre las chicas -y no tanto- casadas fuera del set), ella es la frutilla de la torta del Norte, y la clientela televisiva del sexo fuerte no se pierde capítulo por verla a ella. Con 1,57 de estatura, nomás. Todo un contraste con el metro 87 de su novio, Tony Parker, 23 años, base y estrella -junto a Manu Ginóbili, obvio- de los San Antonio Spurs. Bueno, en realidad, aunque el básquet le gusta mucho, a Eva la pierden otras cosas…
A ver: "¿El mejor sexo que tuve este año? Probablemente con algún juguetito erótico, que es lo que les compro a mis amigas para sus cumpleaños. No hay mejor regalo que un orgasmo". O, porque de carne fresca somos: "Siempre tuve la fantasía de salir con chicos más jóvenes. Los hombres llegan a su pico sexual a los 19, calculo". Más interesante aún: "Me encantaría tener una experiencia lésbica. Las mujeres son criaturas hermosas. Es algo que me estoy guardando para el futuro". ¿Lista de affaires rumoreados? Hayden Christensen -el Darth Vader de La guerra de las galaxias-, Kiefer Sutherland y JC Chasez (que cantaba en N'Sync). Por demás, tiene título de kinesióloga, así que de cómo usar sus manos, la chica sabe. Cosas que vuelven más picante… a una latina picante. Pero todo esto no impidió que la latina fuera nombrada embajadora de L'Oréal de París -con un contrato millonario de por medio- y compartiera el cetro con mujeres de la talla de Andie Mc Dowell, Laetitia Casta y Natalie Imbruglia, entre otras divas.
Pero nada logra satisfacer a Eva. Lo que le ocurre es el clásico síndrome del patito feo. El panorama en casa, de chiquita, según Eva, era más o menos así: "Yo era, digamos, la menos linda de todas. Tengo tres hermanas, todas de piel clara y ojos azules, y yo salí bastante morocha. En la escuela se burlaban de mí: 'negrita fea', me decían -concluye con un poquito de sabor a revancha-. Es asombroso lo que me está pasando. Ahora, cuando me veo en la tapa de las revistas, me río de los que me cargaban de chica, y me siento orgullosa. No cambiaría un centímetro de mi cuerpo". Razón, digamos que tiene. Por ejemplo, la revista Maxim -que sabe de chicas lindas- la ungió hace poco como la celebrity más sensual del planeta, con Angelina Jolie destronada de un codazo en el ranking. Bien ahí, Eva. Ahora, en otros premios, como el Emmy -algo así como el galardón de cabecera de la tele gringa-, no anda con tanta suerte. Sí, algún reconocimiento tuvo. Pero si nos remitimos a la verdad, la prensa se dedicó duro y parejo a contar sólo sus escarceos amorosos (se le hizo fama de rebotar de cama en cama), su falta de ropa interior en algunas alfombras rojas, y a tratarla de bonita chica y poca actriz.
Para la próxima entrega, Desperate housewives corre con liderazgo: quince nominaciones en total. Por supuesto, las hay para algunas de las chicas de Wisteria Lane -Teri Hatcher, Marcia Cross, Felicity Huffman-, nominadas a mejor actriz de comedia, y todas veteranas de tevé que andan por los 40. Pero no para nuestra chica latina de treinta. Tampoco la hubo para la quinta en discordia, Nicolette Sheridan, aunque mucho no se luce en la tira, pero fue rápida a la hora de lograr la atención de los medios cuando fueron la tapa de Vanity Fair y ella se robó el centro, corriendo del lugar deseado a las consagradas. La muy glamorosa sesión de fotos incluyó llantos por celular a los respectivos managers, coladas alevosas para el primer plano, fugas indignadas al camarín y demás pataletas de diva.
A Eva esto un poco le resbala: "Yo soy nueva. Apenas llego a la tele". Y de paso alaba a sus co-stars que -dice- son todas unas divinas. Bueno, las cosas no son así. Aprovecha la novedad para dejar en claro su década menos.
Ah, nos queda hablar de Tony Parker, de tiernos 23, nacido en Bélgica y naturalizado francés. En la triunfal campaña de este año de los Spurs, para las cámaras, además de Manu, era Tony. O Tony y Eva -que además, como buena tejana, es hincha devota de los Spurs y festejaba como una jugadora más, así que el asunto cierra perfecto-. Aunque entre los dos la comunicación no es muy fluida, porque Tony y su gente hablan francés, y ella se muere por aprender. ¿Se casan? Ya estuvo casada con Tyler Cristopher, un galán de tevé, pero se divorció, porque era muy absorbente. Para con Tony, Eva dice que todavía no, pero "estoy muy, muy enamorada. El es mi horizonte". Pero de tener hijos, ni hablar. Como el programa va tan pero tan bien, firmó por seis años más con la cadena ABC. Y que si en ese plazo tiene hijos, chau contrato. Bueno, ser una diva latina tiene su precio.
Antes, Jennifer López. Ahora, Eva. No habrá mucho de estatura. Pero con sus curvas contundentes, declaraciones picantes y frescura mexicana, se ganó el título de bomba hot.
Su programa, Desperate housewives, es un éxito total. Junto con sus compañeras -Marcia Cross, Nicolette Sheridan, Felicity Huffman y Teri Hatcher- ganadoras en los últimos Golden Globe.
