“Si Susana baja seis kilos más logrará un cuerpo perfecto” – GENTE Online
 

“Si Susana baja seis kilos más logrará un cuerpo perfecto”

Casi todos lo califican desde hace tiempo como el nuevo gurú del adelgazamiento. Digamos que los resultados lo demuestran, ya que ha logrado que gran cantidad de personajes famosos pasaran de gordos a flacos. Ejemplos sobran: Daisy May Queen, Georgina Barbarossa, Diego Pérez, Carlín Calvo –y la lista sigue…– han logrado bajar muchos kilos y cambiar su estilo de vida. Por supuesto que los cientos de personas anónimas que desfilan todos los días por la clínica del doctor Máximo Ravenna (58) también hablan maravillas de él. Pero ahora está ante un gran desafío. Acaba de incorporar en su lista de pacientes nada menos que a Susana Giménez, la diva de la televisión argentina. Y en poco tiempo, el tratamiento personalizado puesto en práctica es un verdadero éxito. “Susana ya bajó cinco kilos. Está haciendo distintos tipos de gimnasia y realiza un plan de alimentación por el que ingiere entre 800 y 1.000 calorías diarias. ¿Viste que su figura ya cambió? Está muy estilizada. Si baja seis kilos más, logrará un cuerpo perfecto”, dice Ravenna desde el parador Movistar Montoya Beach en Punta del Este, donde disfruta de un descanso junto a su familia.

–Doctor, se publicaron algunos datos erróneos respecto a Susana. ¿Por qué no nos aclara desde cuándo se sometió al plan para adelgazar que usted ideó para ella?
–Sí, es bueno aclarar que Susana está trabajando con nosotros desde hace 25 o 26 días. Como comentaba, ya bajó cinco kilos, y con la actividad física adaptada que desarrolla modificó su figura. Está bárbara, y va a estar mejor.

–Cuéntenos en qué consiste la gym que realiza.
–Está a cargo del profesor Daniel Meaglia, que es el máximo responsable de la actividad física en nuestra clínica. El trabaja con Susana como un personal trainer. Hacen circuitos en bicicleta, acompañados por Jorge Rama, su pareja, porque es muy importante que el paciente se sienta acompañado y tome el trabajo físico como una diversión. También realiza gimnasia acuática, ejercicios de elongación, rutina con pequeñas pesas –para no sobrecargar los músculos– y también trote y caminatas. Esto último es clave, porque como ella viaja mucho, no siempre va a tener un gimnasio a mano. Por eso es fundamental lo de las caminatas: se pueden hacer en cualquier lado, y a solas. No requieren ningún elemento extra.

–¿Cuántas calorías puede ingerir en esta primera etapa del plan de adelgazamiento?
–Entre 800 y 1.000 calorías a través de nuestras famosas viandas. Son cuatro por día, para desayuno, almuerzo, merienda y cena. Susana las trae desde Montevideo o el centro de Punta del Este, donde tenemos centros de alimentación que trabajan con nuestra supervisión. Con el sistema de las viandas le resulta muy fácil no apartarse de las calorías establecidas. Y así, en menos de un mes logró resultados notables.

–¿Alguna vez se queja porque tiene hambre?
–Jamás, porque la alimentación está muy bien repartida. También mantenemos charlas que resultan fundamentales para reforzar la voluntad y la responsabilidad frente a la alimentación. Además, Susana es una mujer que no se la pasa hablando de comida. Eso es muy positivo. Conversamos como si fuera una amiga de toda la vida, y también a una amiga se le pueden decir cosas duras, para que no se equivoque.

–¿La reta?
–No, porque no hace falta. Ella está tan feliz con los resultados del tratamiento que cumple con todo lo que le pedimos.

–Y si va a una cena, una fiesta, o un cóctel, ¿no puede comer nada?
–Yo le aconsejo, como a todos mis pacientes, que coma la mitad de lo que le ofrecen. Con eso vamos bien.

–¿Cuánto es “la mitad de lo que le ofrecen”? ¿Qué cantidad es una porción correcta?
–Las porciones deben ser del tamaño de un puño, no más grandes que eso. Ahí está la clave. Y abundante agua mineral y bebidas dietéticas. Todo esto se complementa con minerales, vitaminas y aminoácidos.

–¿Hay algo prohibido en la dieta?
–Sí. Nada –pero nada ¿eh?– de harina, azúcar, pan, papa, arroz, al menos en esta primera etapa, que si seguimos así durará a lo sumo un par de meses. Y, por supuesto, cero alcohol. Si no, sabe que le vamos a hacer chas chas.

–Hay famosos como Daniel La Tota Santillán que recurrieron desesperados a las cirugías para adelgazar. El se sometió al cinturón gástrico y la pasó muy mal.
–Sí, era paciente nuestro y había logrado bajar mucho. Después abandonó el plan y recuperó algunos kilos. Sé que le habían colocado el cinturón y debieron sacárselo, porque se sentía muy mal. Ahora está volviendo con nosotros. Yo digo que este sistema del cinturón tiene a favor que es menos cruento, y no es definitivo. Se puede quitar o aflojar. Pero cuidado, porque la persona se tiene que adaptar a comer cosas líquidas que van generando grasa. Y muchos tienen una sensación de molestia estomacal o vómitos permanentes. Y caen en el alcoholismo, porque están obligados a ingerir casi todo líquido. Viven en estado de irritabilidad y violencia general, les cambia el carácter y pierden la autoestima. Y, por supuesto, sufren reengordes.

–¿Y el caso de Maradona, que recurrió al by pass gástrico?
–Es muy distinto, porque no tiene retorno. En esa operación se secciona gran parte del estómago. Y el paciente baja de peso al aumentar su saciedad, porque ese órgano queda reducido. Y tiene riesgos intraoperatorios, post-operatorios y, con el tiempo, aparecen infecciones, síndromes de mala absorción, por vómitos o diarreas. No se absorben todas las vitaminas y minerales necesarios; por eso tienen que tomarlos de por vida. Y muchas veces las personas no pueden parar de bajar de peso. Y las estadísticas muestran que algunos se las ingenian para volver a engordar. Generalmente no reconocen los problemas que tienen y casi no tienen reservas musculares. Deben comer por mucho tiempo papillas y licuados, y padecen diarreas continuas. En definitiva, yo no apruebo ni el cinturón ni el by pass gástrico al que se sometió Maradona. Son soluciones facilistas que quitan al obeso la posibilidad de pelear por su silueta a través de dietas y ejercicios.

–Digamos que Susana recurrió a su sistema, que es absolutamente natural.
–Mi plan consiste en comer menos, moverse más y trabajar toda la relación con la comida, porque la gordura es una adicción. Las cirugías, en cambio, provocan que el obeso se dé por vencido y diga: “De otra forma no puedo bajar”. Y a mi juicio transforman a una persona normal en otra que no sabemos cómo le puede ir en el futuro.

Ravenna, durante sus vacaciones en el Este. “<i>Susana sigue un plan de alimentación por el que ingiere entre 800 y 1000 calorías diarias</i>”, afirma.

Ravenna, durante sus vacaciones en el Este. “Susana sigue un plan de alimentación por el que ingiere entre 800 y 1000 calorías diarias”, afirma.

El jueves 12, la diva partió de Ezeiza hacia Miami, donde festejará su cumpleaños.

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