«Si Maradona dijo que le cortaron las piernas, a mí me cortaron el corazón, la cabeza, todo» – GENTE Online
 

"Si Maradona dijo que le cortaron las piernas, a mí me cortaron el corazón, la cabeza, todo"

Uncategorized
Uncategorized

Ariel no puede olvidar el horror. Acaba de escuchar en los Tribunales de Comodoro
Py, en Retiro, el fallo que condenó a sus secuestradores a penas severas, y
dice que siente una gran tristeza por todo lo que le tocó sufrir. "Todavía siento tanto dolor y trato de no tener lugar para el odio. Intento recuperarme de todo
lo que me hicieron estos tipos como puedo
", confiesa sentado en el living de su departamento de Villa Urquiza, y recuerda aquella trágica noche del 16 de octubre de
2002 cuando lo "levantaron" mientras volvía de trabajar. "Eran las ocho y media de la noche cuando entré con el auto al garaje del edificio. Antes de que el portón se cerrara por completo, vi que dos tipos se metían. Me amenazaron con armas y me dieron un par de trompadas para asustarme. Creo que pretendían asaltar mi casa, pero
vieron demasiado movimiento de personas y decidieron huir. Entonces me dijeron
: 'No te pudimos afanar, pero te llevamos con nosotros; perdiste, gil'. Mientras tanto me metían a patadas en el auto." Sus ojos tristes se enrojecen cuando habla, y de repente escucha atento la televisión donde se repiten a cada instante las condenas recibidas por cada uno de sus captores: "Adrián Sommaruga -supuesto jefe de la organización-, 22 años de prisión; Pablo Sommaruga, 16 años; Osvaldo Keroa, 14 años;
María Esther Gottig, 6 años; Alberto Sommaruga, 5 años; Diego Sibio, 5 años; Nicolás Barlaro, 3 años -excarcelado -. Y fueron absueltos Diego Ferreira y Claudio Abeiro
".

El Tribunal Oral Federal Nº1 -compuesto por los doctores Mario Costa, Martín Federico y Jorge Gettas- felicitó a la Policía Federal por su actuación en el esclarecimiento del secuestro. Y atento a que varios de los condenados se
desempeñaban como custodios en discos de moda de la ciudad de Buenos Aires -por eso recibieron el apodo de la Banda de los Patovicas-, lanzó la advertencia al Ministerio
del Interior para que controle de una manera más efectiva la tarea de los hombres que trabajan como custodios en los boliches. Strajman se muerde los labios de indignación después de volver a oír el fallo, y enfatiza que se cometió una injusticia:
"Yo pedí pena de muerte y al cabecilla le dieron 22 años. ¿Hay una gran diferencia, no? Estas cosas incentivan a que uno piense en irse del país. Después de este veredicto estoy arruinado", afirma con bronca. Pero tiene ganas de hablar. Y rememora la terrible mañana cuando de manera sanguinaria le amputaron el dedo meñique de
su mano derecha con una pinza: "Lo cuento para que la gente que lea esta nota sepa todas las barbaridades que me hicieron y evalúe si la condena es justa". Aquel día, primero recibió un mazazo sobre su mano, y luego varios más. Hasta que sintió
una fuerte presión en el dedo y se desvaneció: "Me dijeron que después venía la mano y que iba a terminar en pedacitos adentro de una bolsa. Se cansaron
de decirme judío de mier… y de cag… a trompadas
y a patadas. Me humillaron todo lo que pudieron. Y cuando vieron que ya no podía aguantar tanto sufrimiento se dedicaron a quemarme los labios y el
pecho con encendedores, me ponían jamón en la boca. Estaba atado de pies y manos, amordazado, y bastante inconsciente porque me habían dado pastillas para dormir.
Nunca entendí para qué fueron tan violentos. ¿Sabés por qué te cuento todo esto y te pido que lo pongas así tal cual te lo describo? Porque no puedo entender cómo
muchos de ellos dicen que no hicieron lo que hicieron, y en el caso de Adrián Sommaruga -sindicado como el jefe de la banda-, alega que expresó su solidaridad a mi familia cuando dijo sus últimas palabras antes del fallo. No me banqué tanta hipocresía y cobardía; por eso me paré y me fui, sino armaba un quilombo bárbaro
".

El abogado defensor de Strajman, Carlos Wiater, había solicitado penas que van desde los 6 años hasta los 37 y medio de prisión para los ocho imputados en la causa "porque la cantidad y calidad de los delitos que se le imputan a la banda -secuestro extorsivo agravado por pago de rescate; asociación ilícita, lesiones graves agravadas por odio y/o discriminación racial; acopio y tenencia de armas y munición de guerra; uso y tenencia de documentos de identidad falsificados; uso y tenencia de gran cantidad de tarjetas de
crédito robadas y falsificación de documentos públicos relacionados
con automotores- permitían presumir sanciones
que bordean los 25 años de prisión. Sin embargo, solicité
un cincuenta por ciento más de pena, atento a los
recientes fallos que han superado ese límite amparados en
la Ley de Defensa de la Democracia
", explica Wiater.

De los ocho imputados, cinco forman parte de una misma
familia: Adrián Sommaruga (30), su hermano Pablo (25), el
medio hermano de ambos, Diego Sibio (26); y los padres,
Alberto Juan Sommaruga (71) y María Esther Gottig (57).
En el juicio oral, Adrián, alias El Nene, fue el que quedó
más comprometido porque su voz fue identificada a través
de las pericias oficiales y se verificó que fue el autor de
la mayoría de los llamados extorsivos, y su teléfono celular
fue ubicado geográfica y temporalmente en las zonas
donde ocurrió el secuestro. Además, en su camioneta
4x4 se hallaron manchas de sangre pertenecientes a Ariel
Strajman, y también la pinza con la que le cortaron el
dedo meñique de la mano derecha. La defensa de Ariel
está casi convencida de que los autores de la amputación
habrían sido Pablo Sommaruga y Osvaldo Keroa.
Antes de ingresar a los Tribunales para escuchar las condenas,
Ariel Strajman, acompañado por Beatriz y Mario, sus padres,
dijo con una tenue sonrisa: "Sólo quiero justicia. En este
fallo me va la vida y el futuro"
. Cuando salió, demostró
dolor, indignación y fastidio: "Creo que el tema de la discriminación
racial no se contempló en el fallo. La verdad es
que no estoy conforme con la sentencia. Creo que los que
me secuestraron se merecen pena de muerte o pasarse la vida
en la cárcel. Si Maradona dijo alguna vez que le cortaron
las piernas, a mí me cortaron la cabeza, el corazón, todo. Te
juro que no sé cómo voy a hacer para seguir
".

Ariel en el living de su departamento de Villa Urquiza le confesó a GENTE
después de la sentencia: No sé cómo voy a hacer para seguir".
">

Ariel en el living de su departamento de Villa Urquiza le confesó a GENTE
después de la sentencia: "No sé cómo voy a hacer para seguir".

Todavía siento tanto dolor, y trato de no tener lugar para el odio. Como puedo, intento recuperarme de todo lo que me hicieron estos tipos"">

"Todavía siento tanto dolor, y trato de no tener lugar para el odio. Como puedo, intento recuperarme de todo lo que me hicieron estos tipos"

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig