El piquetero Antonio Bitto, que lideró la usurpación durante el fin de semana
de un terreno en la avenida Santa Fe y Bullrich, Palermo, bajó las escaleras del
edificio de Corrientes 1302 -donde funciona el Plan Arraigo-, pañuelo celeste al
cuello y sudando bronca. Luego, espetó entre los aplausos de quince de sus
seguidores del Movimiento Teresa Rodríguez -incluida su hija Laura-: "Dicen que
habrá una solución a nuestro problema, pero una de las cosas que hoy debía
ocurrir no la cumplieron…". Lo que no cumplieron, según este hombre de 64 años,
es la entrega de un terreno "adecuado" para construir sus viviendas. Antes de
partir, Bitto señaló: "Ahora vamos a discutir en una asamblea lo que haremos". Y
cuando Bitto dice "vamos a discutir lo que haremos", no se refiere a un
petitorio, precisamente. Más bien, será otro capítulo de la larga lista de
cortes y ocupaciones ilegales a la que el Gobierno parece no poder encontrarle
fin. Es más: desde el propio poder político ya estarían estudiando una amnistía
para los tres mil piqueteros procesados por distintos delitos.
Esta vez, todo comenzó el mediodía del viernes 7. Durante el fin de semana, 150
piqueteros del MTR ocuparon un terreno que el Gobierno cedió a la empresa de
ferrocarriles Metropolitano en Puente Pacífico. ¿Valor aproximado de una
construcción allí? 1.200 dólares el metro cuadrado. El domingo -ante la
indignación general- decidieron levantar campamento, tras conseguir parte de su
objetivo: el Gobierno cedió a la presión y, a través del Plan Arraigo -que
depende del Ministerio de Desarrollo Social a cargo de Alicia Kirchner, la
hermana del Presidente- les hizo un lugar en su agenda.
La reunión se llevó a cabo el lunes a las siete de la tarde. Allí fueron Bitto y
los suyos, y se encontraron con representantes del Plan Arraigo (encabezado por
Héctor Metón), la Comisión Municipal de Vivienda (estuvo Alejandro Franco,
gerente de Promoción Social Urbana) y el Onabe (Organismo Nacional de
Administración de Bienes -que se encarga de vender terrenos del Estado y tiene
diez en subasta pública en la Capital según su página web- representado por Elsa
Polo, asesora del director ejecutivo, Fernando Suárez). Y, cerca de las nueve de
la noche, sucedió lo que se relata al comienzo de esta nota. Reunión que terminó
cuando Bitto y los suyos se levantaron de la mesa de negociaciones. Afuera,
culparon al Onabe por el fracaso de la reunión: "Nos ofrecieron cosas que no son
potables (N. de la R.: luego se supo que eran tierras cercanas al Riachuelo,
algo que los piqueteros habían descartado aceptar de antemano). No se puede
vivir en un lugar sin los elementos necesarios para hacerlo. Pero mientras el
Gobierno nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires siguen con voluntad de
resolver las cosas, el Onabe presentó sólo problemas. Que no pueden, que no
saben… ¡Mirá que ese organismo no va a saber qué terrenos tienen…!". Desde el Onabe, señalaron: "No tenemos mucho que ver. El predio no era nuestro, mediamos, y apareció el Plan Arraigo. En todo caso, nos ponemos del lado de
Metropolitano…". Desde la Comisión Municipal de la Vivienda, por su parte,
informaron que "los predios disponibles ya están designados. No tenemos banco de
tierras para este tipo de casos…". El Plan Arraigo hizo silencio, y ni siquiera
dejaron ingresar a los medios para tomar fotografías de la reunión.
Bajo la imponente silueta de las torres Le Parc y otros edificios del barrio de Palermo, los piqueteros instalaron sus carpas.
El líder del Movimiento Teresa Rodríguez de Capital Federal, Antonio Bitto, al ingresar a la reunión con funcionarios del Plan Arraigo.
