Viajó a Chicago para dar unas charlas en la universidad local. Y de paso, Sergio Massa (45) aprovechó la estadía de cinco días y con su esposa, Malena Galmarini (42), disfrutaron de una mini luna de miel.
“Nos tomamos unos días sin los chicos. Después de 22 años de casados, tener un ratito solos. Visitamos el lago Michigan, el Parque del Milenio... No llegué al partido de los Cubs, pero comimos hamburguesas frente al estadio. Y ayer me levanté temprano, para ver por Internet a de Tigre... Una igualdad épica (Ríe. Su club empató sobre la hora con Unión, en Santa Fe). Igual, no nos olvidamos de los hijos: a Mili le compramos unos zapatos de danza, y a Toto, un guante de béisbol”, cuenta desde los Estados Unidos el lunes 16, poco antes de regresar.
–¿De qué se trató la charla que brindó?
–Me invitó Masters Argentina para hablar de la competitividad de nuestro país. Son jóvenes que están haciendo posgrados en universidades norteamericanas, en un arco que va desde la NASA hasta los que estudian Negocios o Física Cuántica. Este año se sumaron otros desde Londres. Fue muy interesante. Lo organizan los propios pibes: había de Salta, de Mendoza, de Luján, de Las Varillas... Después de la charla, comimos una picada en el piso 99 de la torre Willis, la más alta de Chicago. El domingo fui a Booth, la escuela de negocios, y tuve un mano a mano con veinte de ellos. A todos les tira la política. Me parece maravilloso que 150 jóvenes se junten para pensar en la Argentina a 12 mil kilómetros, es un gesto muy valioso. Hay mucho talento para el mañana.
–¿Sobre qué temas le preguntaron?
–Hubo de todo. Sobre la reforma impositiva, cómo terminaría la crisis en el PJ, los peores momentos en mi carrera política... Son pibes formados. Hablamos de inflación también. Les dije que genera pobreza y desincentiva la inversión.
–¿Cree que en parte está generada por el propio gobierno?
–Claro, porque hacen política a lo “Hood Robin”: con los aumentos de tarifas les quitan del bolsillo a 14 millones, para dárselo a diez empresas dueñas de la luz y el gas. E incumplen el fallo de la Corte Suprema de 2016, que señala que los aumentos deben ser razonables y proporcionales a la capacidad de pago del usuario. Si aumenta la tarifa un 40 por ciento y los sueldos un 15, se pierden ambas premisas. El gobierno genera inflación y un perjuicio en el bolsillo.
–¿No ve brotes verdes en la economía?
–Es que la inflación se come cualquier atisbo de crecimiento.
–Le hago la misma pregunta que uno de los chicos de Masters: ¿qué sucederá con el justicialismo?
–Hay muchos dirigentes del PJ que valoramos. Pero nuestro esfuerzo está puesto en el Frente Renovador para el 2019.
–¿Entonces descarta volver al peronismo?
–No es volver o no. Lo que hay que construir es una alternativa de corazón peronista, más allá del sello.
–La última: ¿es cierto que va a una fonoaudióloga para mejorar la voz de cara al 2019?
–(Ríe) No. Alguien escuchó mal y dijo eso... Fui a un otorrinolaringólogo, porque tengo una doble fractura de tabique desde los 14 años, cuando jugaba al hándbol. Entonces no respiro por una de las fosas nasales, la tengo tapada. Me tendría que operar, lo sé, pero no soy nada amigo del cuchillo.
Por Hugo Martin. Fotos: Prensa FR.
SEGUÍ LEYENDO:
Gabriel Batistuta: "Hoy el fútbol solo es una excusa para juntarme con amigos"
