Ella es la team leader absoluta: 30 años, chica de tapa, modelo y conductora de televisión. Espera un varón para diciembre y seguramente se llamará Adolfo, como papá, Adolfo Cambiaso, diez de hándicap, uno de los mejores polistas del mundo. Pero en esta nota la diva es ella.
Dice que el aumento de peso no la asusta, que con el embarazo de Mia (2) engordó 16 kilos y que al poco tiempo del parto recuperó su cuerpo, de curvas casi perfectas. Hoy sueña con verle la cara a Adolfito (“seguramente se llame como el padre y el abuelo, es una suerte de tradición familiar… Después veremos si quiere o no agarrar el taco”) y con volver a la televisión al poco tiempo del parto. Ella es muy independiente, siempre trabajó y tuvo su propio lugar. Además de viajar con su marido, también se ocupa de monitorear la firma de ropa La Dolfina Polo Lifestyle, un éxito. Y además equipa su flamante casona en Cañuelas, un paraíso polero, con canchas y caballerizas, a menos de una hora de Buenos Aires.
Así es María: inquieta, fresca y espontánea. Cuenta que estaba indecisa con este bebé, “pero si no quedaba en febrero o marzo, tenía que parir fuera del país, y era un garrón”. Adolfito juega en los Estados Unidos y Europa, y allá va ella. Pero sin descuidar su carrera ni sus amores. “Cuando tenés una familia, hay muy pocas cosas que te hacen tan plena y feliz como tus hijos y tu marido. Entonces, ahí estamos, tratando de encontrar el equilibrio”.
“Cuando tenés una familia, hay muy pocas cosas que te hacen tan plena y feliz como tus hijos y tu marido”
María, junto con las otras mujeres de La Dolfina –todas embarazadas–: su cuñada Camila Cambiaso (ya nació Benicio Castagnola), Loli López (tuvo a Luquitas Monteverde) y Tatiana Aguerre, que espera una beba. Todas posaron para la revista Polo Today.
