Después de 36 días, la maxiluna de miel llegó a su fin. La última escala principesca fue en Salt Lake City, donde el príncipe Guillermo cantó presente en su rol de miembro del COI (Comité Olímpico Internacional) asistiendo a los Juegos Para
olímpicos de Invierno, donde cientos de atletas especiales se disponían a comenzar la fiesta y la competencia cuando llegó la pareja real. Celebraciones, sorpresa y perplejidad ante el paso de los príncipes que no sólo llegaron hasta los Juegos para cumplir con el protocolo de una inauguración oficial, sino que compartieron, en persona, una taza de café con Kjeld Punt y Martijn Wijsman, la pareja de esquí que llegaba como favorita para el medallero y debió conformarse con un puesto 12 y 14, respectivamente (tanta emoción, al parecer, afectó el rendimiento deportivo). Sin embargo, Kjeld y Martijn no olvidarán esta versión de los
Juegos Paraolímpicos de Invierno, porque además del café, se animaron a pedirle a Guillermo que les sacara una foto abrazados a Máxima, cosa a la que el futuro rey accedió de inmediato. Por si faltaba algo, todo terminó en una divertida guerra de nieve.
Así de original fue el último tramo de la luna de miel que los flamantes esposos disfrutaron tanto como el principio, no menos original: en un castillo (que perteneció al millonario Freddy Heineken) en Suiza, en compañía de los padres y hermanos de la novia, de Marcela Cerruti (madrina de Máxima) y de Claudia Méndez Casariego, amiga de la pareja. Después del frío alpino, Máxima y Guillermo habrían seguido a alguna playa tan secreta como paradisíaca. Algunos arriesgaban las Antillas holandesas. Otros, las islas Maldivas, uno de los lugares más exclusivos para el buceo, pasión que comparten. Por especial pedido de ellos y del primer ministro, Wim Kok, ningún medio de prensa holandés los siguió en su viaje de bodas.
"Está demasiado mal visto invadir la privacidad de nuestra familia real", dijo un editor del Telegraaph, uno de los diarios más vendidos en Netherlands.
"La última vez que fotografiamos a la reina en su intimidad, los lectores nos rechazaron. Y en sólo un día se cayeron 500
suscripciones", terminó.
Los herederos del trono holandés se mostraron felices y enamorados en los juegos paraolímpicos en Salt Lake City.
La última escala principesca fue en Salt Lake City, donde el príncipe Guillermo cantó presente en su rol de miembro del COI (Comité Olímpico Internacional) asistiendo a los Juegos Paraolímpicos de Invierno.
