«Rompí mi silencio por el deber de informar» – GENTE Online
 

"Rompí mi silencio por el deber de informar"

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La semana pasada GENTE reveló en una investigación exclusiva que el libanés Imad Fayez Mugniyah, uno de los 22 terroristas más buscados por el gobierno de los Estados Unidos, estuvo varias veces en la Triple Frontera durante la primera mitad de la década pasad
a. Allí habría tenido frecuentes contactos con otro terrorista islámico, el egipcio Al Said Hassan, vinculado a Osama bin Laden y actualmente detenido en Uruguay. Ahora se intenta establecer si el primero de ellos tuvo algo que ver con los atentados cometidos en Buenos Aires contra la embajada de Israel y la AMIA. 

Horas después de publicarse ese informe, el diplomático Juan José Echegoyen dio a conocer el contenido de tres misteriosas llamadas telefónicas recibidas entre el 20 y el 22 de septiembre del año pasado en la Embajada Argentina en Arabia Saudita. En ellas, una voz que decía hablar en nombre Al-Qaeda, la virulenta red terrorista creada por Bin Laden, atribuyó los dos atentados a esa organización, además de anunciar otros actos sangrientos, pero esta vez contra objetivos norteamericanos. 

Esos datos fueron inmediatamente enviados por Echegoyen a la Cancillería, cuyos funcionarios a su vez los giraron a la SIDE. Tanto ese ministerio como el organismo de Inteligencia comunicaron el hecho a las autoridades norteamericanas. Pero, inexplicablemente, omitieron dar parte a la Suprema Corte de Justicia y al juez federal Juan José Galeano, quienes son precisamente los encargados de investigar ambos atentados. 
Ahora, en medio de las represalias desatadas por el presidente George W. Bush contra el terrorismo islámico y cuando en Argentina aún no cicatrizaron las heridas de aquellos dos ataques contra blancos judíos, esa imperdonable gaffe se perfila como un verdadero escándalo diplomático-judicial.

UNA VOZ EN EL TELEFONO. Al caer la noche del miércoles 20 de septiembre de 2000, una lluvia pertinaz se desencadenó sobre el cielo de la ciudad de Ryad, capital de Arabia Saudita. Exactamente a las 18.05 sonó el teléfono de la sede diplomática argentina. Pero nadie contestó, dado que el personal de la embajada ya se había retirado. A la mañana siguiente fueron levantados los mensajes dejados en el contestador automático. Y había uno un tanto inquietante:
"Asumimos la responsabilidad de la explosión que ocurrió en la Argentina y anunciamos que Norteamérica tendrá sorpresas el 28 de septiembre, un martes.
Al-Qaeda
".

En los días siguientes también quedarían grabadas otras dos llamadas de igual tenor, siempre realizadas en horas de la noche por la misma persona. Todas duraban menos de 23 segundos y fueron efectuadas por una voz masculina de entre 30 y 40 años que hablaba desde un lugar cerrado en idioma farsi.

El diplomático Juan José Echegoyen es hermano del ex administrador de la Aduana, brigadier Rodolfo Echegoyen, quien murió a causa de un presunto suicidio, que aún hoy es un enigma político-judicial. En la foto, el actual consejero de la Embajada Argentina en Suiza junto a sus dos sobrinos, Marcela y José, con quienes sigue reclamando justicia.

El diplomático Juan José Echegoyen es hermano del ex administrador de la Aduana, brigadier Rodolfo Echegoyen, quien murió a causa de un presunto suicidio, que aún hoy es un enigma político-judicial. En la foto, el actual consejero de la Embajada Argentina en Suiza junto a sus dos sobrinos, Marcela y José, con quienes sigue reclamando justicia.

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