Rubias, morochas, pelirrojas. Lacio, rulos, ondas. Corto, largo, rapado. Ellas, las modelos, no les temen a los cambios. Confían plenamente en sus peluqueros, que son los mentores de sus raros peinados nuevos.
Mariana Schurink (21 años, 1,79, 80-59-88) eligió un look Morticia Adams.
“Este nuevo corte surgió a partir de una producción de moda que hice para una revista. Me pusieron extensiones para hacerme flequillo y me gustó. Mi peluquero, Rodrigo Pino, me terminó de convencer. Hace tres semanas que convivo con mi nuevo
lacio”, dice.
El más rotundo de todos los cambios es el de Catalina Rautemberg (28, 1,80, 90-65-90) , que al mejor estilo Demi Moore en la película G.I Jane, se rapó.
“Me pelé hace un mes y medio y lo mantuve durante quince días. Fue un domingo en casa; me ayudó mi novio, Kelo. Ser calva era una fantasía que siempre tuve y no lo hice antes por cuestiones
laborales”. Ella muta de peinado según su humor, asegura. Y cree que ahora va a dejarse crecer el pelo hasta los hombros.
La misionera Ingrid Grudke (24, 1,77, 90-61-91) cuenta su caso: “A fines de febrero empecé a hacer la campaña para María Vázquez y ahí fue cuando se decidió mi corte de pelo y el nuevo color, rubio. Entonces fui a lo de Sergio (Lamensa) y me hizo un desmechado, más corto en la nuca y más largo adelante. Fue bastante brusco, pero me encantó.”
Otra fan de Sergio Lamensa es Natalia Razkiewicz (25, 1,73, 88-59-90), quien cambió su rubio natural por un castaño oscuro.
“Fui a lo de Sergio y me entregué a sus manos. Me encanta este tono oscuro. Sólo le soy infiel cuando estoy en Mar del Plata; mamá también tiene una peluquería y corta muy
bien”, finaliza. Katia Fucks (23, 1,73, 88-60-88), en cambio, dejó su castaño por un rubio platinado. “
Mi booker, Emiliano, me ayudó a tomar la decisión. Y por eso, junto a Alex de Pino, me cambié el color de pelo y me lo hice rebajar. En invierno estar tan rubia es como ir a contramano... Pero el resultado final me pareció muy
bueno”.
Ellas son así. No les temen a las tijeras ni a las tinturas. Tampoco al qué dirán. Dicen que cambiar es renovarse.
Mariana Schurink, Katya Fucks, Catalina Rautemberg, Natalia Razkiewicz e Ingrid Grudke (de izquierda a derecha) le pusieron sus cabezas al frío.
