Me sumé a esta búsqueda de fondos porque para mí la salud es un derecho de todos y no un privilegio de pocos”. Así define Valeria Mazza (34) su papel como madrina del nuevo piso pediátrico del Hospital Austral –“un proyecto de salud de primer nivel”, recalca ella–, inaugurado en septiembre pasado. Cargo que no es, precisamente, de papel. En el desfile aniversario de Benito Fernández, Valeria consiguió que el diseñador donara un vestido para ser rematado a beneficio del hospital. A partir de ese regalo se gestó la gala-remate que tuvo lugar en el Palacio Duhau Park Hyatt Buenos Aires, con la asistencia de 200 invitados VIP. ¿La idea? Ayudar. Entonces, Valeria tomó su agenda celebrity.
“Hace tres semanas viajé a Europa, llamé a amigos míos y les pedí que me donaran cosas para rematar. Valentino, Roberto Cavalli y Salvatore Ferragamo se sumaron a la causa”, explica la rubia diosa, sentada en el sillón de la suite 204, donde se hospedó desde temprano para ocuparse de todos los detalles del evento. Después ella, el doctor José Luis Pueggari –director general del hospital–, y el marido de Vale, Alejandro Gravier, oficiaron de anfitriones.
El vicepresidente Daniel Scioli –acompañado por su mujer, Karina Rabolini– sintetizó así la labor de nuestra top: “Valeria es una gran modelo: modelo de madre, de amiga, de mujer y de ciudadana solidaria”.
Como ejemplo de la tarea que cumple el establecimiento asistencial, basta decir que su unidad pediátrica móvil brinda atención primaria casa por casa, además de vacunar y mantener un servicio de Odontología. En cinco años de recorrida por los barrios periféricos de la localidad de Pilar –y también en el interior del país– logró sumar 17 mil historias clínicas, 380 talleres educativos y 140 cirugías.
A REMATAR SE HA DICHO. Oscar González Oro fue el animador de la noche y el encargado del martillo, logrando unas cuantas ofertas destacables. Para empezar, la cartera Valentino que usó Meryl Streep en la première del film El diablo viste a la moda. Patricia Miccio se la llevó a su casa a cambio de 12.500 pesos. Por el vestido de Benito Fernández, Araceli González ofreció cuatro mil y ganó. La raqueta que David Nalbandian –con su autógrafo en el grip– usó en la final de la Copa Davis fue uno de los ítems de mayor interés: se la llevó Dicky Smith Estrada, por 16 mil pesos. Jorge Pablo Brito –hijo del presidente de Macro Bansud– compró una pulsera de Tiffany en tres mil quinientos pesos y la bolsa de palos de golf de Eduardo Romero, en 9 mil.
A la hora del menú, el Palacio Duhau Park Hyatt Buenos Aires no se quedó atrás en eso de la solidaridad, ofreciendo todo su servicio absolutamente gratis. De entrada, ensalada de mozzarella de búfala con tomates asados y bouquet de rúcula salvaje. ¿Plato principal? Filet de lomo poele y brochette de papines al romero con salsa de hongos patagónicos. De postre, tarta fina de manzana.
Antes del baile –que se extendió hasta las tres de la mañana, con Araceli, Dolores Barreiro y Nuria Quintela en la pista–, se sortearon un reloj deportivo, un collar de perlas de tres colores de Jean Pierre y un viaje a Mendoza para visitar las bodegas Norton, que finalmente también fueron rematados por iniciativa de los afortunados ganadores. Además, se vendieron más de 200 bolsas con regalos sorpresa a 100 pesos cada una. ¿Recaudación final? 350 mil, que serán destinados a equipos de alta tecnología. Nada mal para unas horas.
–Entonces, Valeria, ¿misión cumplida?
–Por esta noche sí. Quiero que este espíritu solidario se contagie. La idea es que cuando vuelvan a sus casas, quienes vinieron continúen con el mismo compromiso que demostraron hoy. Todos podemos hacer algo. Y todo suma. Hay mucha gente que lo necesita y que lo agradecerá.
Valeria en su suite del Palacio Duhau Park Hyatt, minutos antes de la gala, con parte de los objetos que luego fueron subastados.
"Hace tres semanas viajé a Europa, llamé a amigos míos y les pedí que me donaran objetos para rematar a beneficio del Hospital Austral. Valentino y Roberto Cavalli, entre otros, aportaron parte de sus creaciones".
