Luis D'elía: "No soy una prostituta del poder"
-D'Elía, llegamos tarde para hacer la nota con usted porque quedamos atrapados
en medio de un piquete
.
-Y… ahora muchos practican el deporte del piquete, pero
eso no está bien.
-No me diga que usted, que fue casi el inventor del corte de rutas, ahora
pasó a ser un arrepentido.
-No, de ninguna manera. Pepino Fernández, Juan Carlos Alderete y yo fuimos
los que fundamos este modelo de lucha. Tenemos autoridad para hablar. Y la
verdad es que uno debe llegar a un piquete después de agotar instancias. Primero
hacés un pedido y no te escuchan. Después lo reiterás y te maltratan. Entonces
sí, la protesta es el final, y ahí se termina el diálogo. Ahora es al revés,
primero cortan calles y después hablan. Raúl Castells y los pequeños partidos
que se denominan "de vanguardia" hacen eso. Me niego a identificarlos como de
izquierda. No merecen esa calificativo.
-Cuidado porque Castells disparó contra usted definiéndolo como una
"prostituta del poder". Traducido, lo acusa de haberse vendido por dinero.
-No soy una prostituta del poder y no me preocupan los exabruptos de
Castells. Sí me preocupan los que están atrás, como algunos sectores del
duhaldismo, porque opera la beligerancia de los grupos más dogmáticos. El gran
responsable es Duhalde que busca generarle a Kirchner un clima cada vez más
enrarecido. Hace un juego ambiguo: por un lado le jura lealtad eterna, y por
otro, intenta erosionar el poder del presidente.
El líder piquetero y diputado provincial Luis D'Elía (46) se pone serio cada vez
que escucha el nombre de Raúl Castells (49), principal representante del
Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), y su declarado
archirrival. Recién vuelve a sonreír cuando ingresa a la sede de su movimiento,
la Federación Tierra y Vivienda (FVT), que está a un par de cuadras de su casa
de Isidro Casanova. "Aquí soy feliz, este es mi lugar en el mundo", dice
con énfasis mientras se sienta en uno de los escalones de las tribunas de la
cancha de papi-fútbol, donde, según confiesa, se convirtió en un goleador
temible. "Estilo Cavenaghi", afirma sin pudores.
-¿Qué quiso decir con eso de que sería capaz de defender a tiros a este
gobierno?
-Lo que dije fue que ante la posibilidad de un golpe de Estado, porque el
planteo que hace Castells es eso, tomar la Casa de Gobierno. Nosotros íbamos
resistir hasta las últimas consecuencias cualquier intento de usurpación del
poder porque nos ampara la Constitución Nacional.
Calles cortadas, quema de neumáticos, encapuchados que esgrimen palos. Casi a diario estas escenas invaden Buenos Aires y las principales ciudades del país. Cualquier reclamo es válido: desde pedidos de aguinaldos para los que reciben Planes hasta marchas para protestar por el ingreso al ALCA o conmemorando el Día Internacional de la Lucha contra el Sida. Por el momento, el Gobierno no ha podido terminar con este caos que padecen millones de ciudadanos ajenos a las protestas.
A Kirchner lo apoyo sin obsecuencia y sin dar cheques en blanco"">
D'Elía, en la cocina de su casa en Isidro Casanova, se defiende de las críticas de sus colegas piqueteros: "A Kirchner lo apoyo sin obsecuencia y sin dar cheques en blanco"
