Protagonistas de una de las mayores estafas de la historia del país, siguen libres, mientras miles de ahorristas llevan cuatro años esperando justicia – GENTE Online
 

Protagonistas de una de las mayores estafas de la historia del país, siguen libres, mientras miles de ahorristas llevan cuatro años esperando justicia

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La relación nunca volvió a ser fraterna entre Carlos y José Puchi Rohm desde los tiempos en que el primero aprendía a cebar –y tomar- mate con los suboficiales catamarqueños que lo cuidaban en su celda de la Gendarmería mientras su hermano José hacía footing y costoso shopping en los alrededores de la mansión que alquilaba en Mashta Island, Key Biscayne, Florida. La asimetría era evidente: Uno preso, y el otro dándose la gran vida… Pero hoy, la suerte de ambos roza el empate. Se recelan, sí, pero los unen el objetivo y la estrategia para demorar sine die el momento de enfrentar, en juicio oral, a los jueces de la causa por estafa en la que están procesados, más allá de la excarcelación que ahora disfrutan. En esa tarea de dilación son factor clave sus abogados defensores. Uno de ellos, Alejandro Mitchell, fue también abogado del empresario Raúl Moneta… La sonora causa, que en su origen estuvo a cargo de la jueza María Servini de Cubría, está radicada en la temible Sala II de la Cámara Federal a cargo de los magistrados Horacio Cattani, Martín Irurzún y Eduardo Luraschi, dueños de probada fama de implacables, pero todavía sin poder elevar el caso a juicio oral. ¿Por qué? Según una muy alta fuente de la Justicia –un magistrado de amplia y prestigiosa trayectoria en el ámbito federal, “Son tantos los escollos que anteponen los muchos y muy hábiles abogados de los Rohm, que el trámite está inevitablemente postergado. Sucede que los dos hermanos son muy astutos para elegir a sus defensores, pero más allá de la largas demora, no hay duda alguna de que más tarde o más temprano tendrán que responder por sus delitos”. Se refiere, claro, a la constante actitud obstruccionista que en la jerga judicial se conoce “chicanas”… El 21 de febrero del año pasado, María Servini de Cubría les concedió la exención de prisión a cambio de una fianza de un millón de pesos. Para afrontar ese monto, José Rohm puso sobre el tapete suficientes inmuebles como para lograr no sólo su libertad provisoria: también la de su hermano Carlos, que costó otro millón, y al que la jueza hizo bajar de un avión en la tarde del 23 de enero de 2002, cuando estaba a punto de abandonar el país.

CUANDO LA PLATA VUELA
. Pesan sobre los escurridizos hermanos los delitos de defraudación y estafa a los clientes del Banco General de Negocios (BGN), del cual José y Carlos eran presidente y vice, en ese orden. La suma: 240 millones de dólares que se esfumaron de la noche a la mañana. Pero no es todo. También están procesados por asociación ilícita y falsificación de documento público (en su caso, balances). Y por último, como si poco fuera, también tendrán que explicar cómo y porqué volaron los 100 millones de pesos depositados en plazos fijos y en el mismo banco, en apenas una semana: del 7 al 14 de diciembre de 2001, en pleno corralito. Pero las maniobras no se limitaron a la Argentina. La justicia uruguaya tramita una causa similar en pos de 400 millones de dólares que ahorristas tenían depositados en la Compañía General de Negocios (CGN), la financiera de los Rohm en Montevideo, y que también se hicieron humo en un rápido pase de magia… El 12 de agosto de 2002, apenas ocho meses después del crash, llegó la orden de liquidación final de la entidad, y sus 240 empleados quedaron en la calle y sin un centavo de indemnización.

LIVIN LA VIDA LOCA. Todas las mañanas, un Falcón rojo llega al estacionamiento de Martín de Ocampo y Cabello, Palermo. Un hombre de expresión dura se baja y camina hasta un edificio de Ocampo al 2500. Al rato sale, da una vuelta a la manzana con mirada de lince para detectar algún peligro, y cuando está seguro de que no hay moros en la costa, parte desde la cochera del mismo edificio en un Audi azul. A su lado va José Puchi Rohm, fanático de las caminatas por la avenida Quintana, que incluso extrañaba con nostalgia en la soleada Florida norteamericana. A pesar de su situación judicial y social (centenares de estafados quisieran encontrarse cara a cara con él…), ha recuperado otras rutinas: visita con frecuencia la casa de un francés en el country Martindale, que da a la cancha de polo, hace viajes relámpago a unos campos del sur, y se dice que de sus muchos e importantes amigos de ayer sólo le queda puñado que aun no lo abandonó. Además, pero juntos, Carlos y José suelen recalar en el country La Colina, Luján, donde han jugado al golf y comparten largos asados con amigos, aunque sin despojarse de las gorras y los anteojos oscuros con que disimulan su identidad. Puchi, por si tantas precauciones fueran pocas, las refuerza con constantes cambios de vehículo: a veces una camioneta Musso verde, otras en un Mercedes Benz, otras el Audi de su hijo Yeyé… En cuanto a Carlos, hace unos pocos días orquestó una mudanza-hormiga desde un departamento del piso 12 de la avenida Alvear 1800 usando camionetas y un camión rojo, pero no sin sobresalto: cuando advirtió la presencia de un fotógrafo de GENTE, entró a toda carrera al edificio de Ocampo al 2500, entre Cabello y Cerviño, donde, en un espectacular tríplex, vive hoy. Según los quejosos vecinos, “este lugar se ha convertido en un constante ir y venir… Algunos parecen gente muy pudiente, pero otros son empleados, sastres, peluqueros: los que pusieron en manos de los Rohm sus ahorros de toda la vida…”.

SOBRE RUEDAS Y A FLOTE. Ya confortablemente instalado en su nueva morada, que figura como propiedad de Marcelo Young, Carlos suele preferir la camioneta 4x4 Musso Seanyoung que –según testigos- está blindada y no baja de 50 mil dólares. La maneja el fiel JC, marino, que también fue timonel del Payuca y el Payuca II, los barcos de los hermanos Rohm. ¿Quién es Young?: un empresario, ex titular de Viajo.com, y marido de Aly Rohm, la hija de Puchi. Todo en familia… Young vive en Key Biscayne, y la ex mujer de Puchi, la norteamericana Susan Wallau, en un espectacular dúplex, último piso, de la calle Gelly, frente a la embajada británica: inmueble que estaba inscripto como propiedad del BGN, y que aun no fue rematado.

JOSÉ, EL ESCURRIDIZO.
Fue socio de tres bancos internacionales de primerísima línea que confiaron ampliamente en él, accionista del Banco General de Negocios y sus ramificaciones en la banca uruguaya, y el garante financiero del megacanje que recibió el gobierno de Fernando De la Rúa. Fue, tal vez, el banquero uruguayo-argentino con más conexiones internacionales y el que picó más alto: una estrella del mundo del dinero. Pero como la estafa tiene pies de barro, la justicia –a veces- llega… En enero de 2002, Servini de Cubría libró la orden de capturarlo. El caso parecía cerrado, y miles de ahorristas soñaban con verlo entre rejas. Pero -¿milagro o mente demasiado rápida?- José, a diferencia de su hermano, logró zafar y se instaló en Miami, donde vivió a cara descubierta, y más tarde se amparó en el Pacto de San José de Costa Rica para eludir la cárcel: según ese pacto, vencido cierto plazo desde el comienzo de la causa, un acusado goza del beneficio de la libertad: por eso está en Buenos Aires. Además de los muchos y densos cargos (vaciamiento financiero, asociación ilícita y falsificación de documento público), pesan sobre él y su ex banco la denuncia de escurrir los 21 millones de dólares de coimas por el tristemente famoso caso de IBM-Banco Nación. A ojo de buen cubero, la justicia estima que José Rohm, lo mismo que su hermano Carlos, tendrán que responder por una cifra cercana a los 1.000 millones de dólares. Pero a Carlos, acaso menos veloz que José, no le fue tan bien: el 23 de enero de 2002, un día después de que José partiera a los Estados Unidos, fue detenido por la policía en Ezeiza, y su vuelo hacia el mismo destino quedó trunco… Pero su vida, como la de su hermano, pasados más de cuatro años desde el ruidoso escándalo financiero, sigue igual o mejor. La Cámara Federal II no duda de que, a pesar de las chicanas leguleyas, logrará sentarlos en el banquillo. Pero los ahorristas que lo perdieron todo sienten que el sueño de verlos entre rejas empieza a parecerse a una pesadilla.

José Puchi Rohm se altera ante la presencia del fotógrafo de GENTE al salir de su departamento de Ocampo y Cerviño.

José Puchi Rohm se altera ante la presencia del fotógrafo de GENTE al salir de su departamento de Ocampo y Cerviño.

Carlos Rohm, su hermano, rumbo a los tribunales de Comodoro Py, donde está radicada la  causa por defraudación.

Carlos Rohm, su hermano, rumbo a los tribunales de Comodoro Py, donde está radicada la causa por defraudación.

Carlos Rohm, que estuvo preso en Gendarmería, hoy goza de libertad antes de su juicio oral.

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