-El Efecto Tango se esparce por la región: crisis en Uruguay, crisis en Brasil… ¿Es nuestra culpa?
-El mar de fondo argentino no le hace bien al Cono Sur, es cierto, pero es más claro que el contagio lo sufre Uruguay y no tanto Brasil. Ellos pasan por un proceso electoral, como nosotros, con candidatos que no necesariamente tienen claro el rumbo. Cada elección, en Latinoamérica, deja abierta la probabilidad de elegir caminos muy diferentes.
-¿Por qué a Uruguay lo contagiamos más claramente?
-Por la afinidad que existe desde el punto de vista económico y financiero. Quienes dispararon la crisis oriental fueron los argentinos que tenían su dinero ahí y lo sacaron. Las corridas bancarias son un proceso de desconfianza hacia el sistema, y cuando el avión se mueve, uno se quiere bajar. A los argentinos se les movió la estantería en su país, y ahora se quieren ir al lugar más seguro del mundo, por más que les digan que hace 70 años que en el sistema bancario uruguayo no pasa nada malo. Cuando alguien se entera de que empieza a salir plata, el efecto provoca que muchos la quieran sacar. Y en un sistema chico como el uruguayo, eso se siente. La Argentina tenía el récord de aguante, porque soportó una salida del 25 al 30 por ciento de sus depósitos. Pero Uruguay se lo quebró: aguantaron una salida del 40 por ciento. Son números, internacionalmente hablando, espectaculares. Pero muy difíciles de sostener.
-Exactamente, ¿cuál fue el hecho que provocó que los argentinos sacaran su plata de un sistema bancario tradicionalmente sólido como el uruguayo?
-Lo explico con un ejemplo: alguien hizo un depósito en Buenos Aires, en un banco con sucursales en Montevideo. La plata era depositada en Uruguay, y el ahorrista se quedaba tranquilo. Pero qué pasó: cuando empezaron los problemas acá, con ese dinero le prestaban a compañías argentinas. Y cuando tuvimos la corrida bancaria, en un primer momento también se utilizaron fondos que estaban depositados en Uruguay. Una vez que pasó eso, los depositantes no discriminaron entre el banco en la Argentina y el banco en Uruguay. Se tomaron el primer ferry a Montevideo y sacaron su plata. El sistema, lógico, se empezó a vaciar. Un día, tres de esos bancos dijeron "no tenemos más plata", y el Banco Central del Uruguay los sacó de régimen. Y ahí, la corrida empezó en otros bancos, no necesariamente con casas en ambas orillas.
-¿Cuáles son las principales diferencias de la reacción de uno y otro gobierno ante una crisis similar?
-Primero, el tema no está cerrado, hay que ver cómo termina. Segundo, ellos están capitalizando nuestra experiencia. Tercero, estos problemas se arreglan con plata, que significa ayuda externa. Cuarto, hacia Uruguay existe predisposición internacional, y hacia la Argentina no. Entonces, mientras nosotros hablamos, estaría llegando dinero a Montevideo. Y quinto, ellos quieren generar una solución más eficiente.
por Hugo Martin
fotos: Maximiliano Vernazza y gentileza diario El País de Montevideo
El jueves 1ro de agosto hubo una docena de saqueos (sobre 25 intentos) en la capital uruguaya. Treinta detenidos y un herido grave fue el saldo de una jornada violenta tras la corrida bancaria. Sin embargo, el gobierno de Jorge Batlle no impondría un corralito como en la Argentina.
Los que dispararon la crisis oriental fueron los argentinos que tenían su dinero ahí y lo sacaron", asegura Melconian.">
"Los que dispararon la crisis oriental fueron los argentinos que tenían su dinero ahí y lo sacaron", asegura Melconian.
