Se les acabaron las vacaciones. La dolce vita pasó y volvieron al trabajo.
Mariano Martínez y Nicolás Cabré ya comenzaron a grabar la segunda temporada de
Son amores, el gran éxito de 2002, que estará en las pantallas del 13 desde el 3
de marzo. Hermanos en la ficción, candidatos al cetro de galán del año
-competidores al fin y al cabo-, tienen gustos similares cuando dejan los sets y
vuelven a la calle.
Pero la diferencia más obvia está en sus cabezas. Martínez se dejó el pelo bien
largo durante el verano. Tanto, que ya no necesitará usar extensiones para
interpretar a Martín Marquesi, su personaje. Cabré, en cambio, se rapó, algo que
a sus fans, por supuesto, poco les importará.
El jueves 20, los dos grabaron por separado. Nicolás no durmió en su casa y
llegó a los estudios a las 8:30 de la mañana, con media hora de retraso y
manejando su flamante Audi A3 negro. Exultante, entró al depósito fiscal de la
Boca donde se grabaron unas escenas. Entre toma y toma, como una estrella, se
relajó en el motor home que le asignaron.
Cuando Cabré llegó a trabajar, Martínez aún dormía en su piso de Belgrano.
Recién a las 11 de la mañana amaneció, y partió al gimnasio Megatlon en su Audi
3 (primera coincidencia) gris. Salió de allí con su amigo Nicolás Vázquez, quien
hace de Pato (el representante del Rey Sol Marquesi) en la ficción, rumbo a Pol-ka,
porque a las 14 debían grabar.
por Pablo Procopio
informes: Pilar Carioggia y Alfredo Dillon
fotos: Julio Ruiz y Diego Soldini
La pelilarga pareja de Marcela Kloosterboer, grabó por la tarde.
Al hoy rapado novio de Celeste Cid le tocó grabar bien temprano.