¡Piedra libre para la Primera Damita! – GENTE Online
 

¡Piedra libre para la Primera Damita!

Sin importarle que el agua hoy está demasiado fría, ella se zambulle en el mar antes de que rompa la ola. Luego, Florencia Kirchner (16) emerge entre la espuma, respira hondo y les sonríe a sus entrañables amigas Catalina, Martina y Agostina. “¡Por fin nos podemos meter en el mar sin que nos sigan los paparazzi”, grita feliz, sin percatarse que un fotógrafo de GENTE la retrata haciendo la plancha, relajada sobre la espuma. Son las cuatro de la tarde del miércoles 17 de enero, y la hija del Presidente se divierte bajo un sol brillante. Al mediodía había almorzado en el restó La Gamba del parador Nextel. Y al salir soportó con cierto fastidio que la retrataran los reporteros que realizan la cobertura de la temporada.

Pero ahora nada muy tranquila, a una decena de kilómetros del concurridísimo parador Sport Beach, cita obligada de los fanáticos de las todoterreno que pueblan Pinamar, aunque bastante lejos de la playa que los aficionados locales al nudismo bautizaron La Caracola.

Flor acompaña la cresta de una ola gigante que la hace trastabillar. Y vuelve a reír lejos de los flashes. Luce una bikini combinada: culotte negro y soutien rayado en blanco y negro. Todavía no tiene el tostado que ella desearía. Si bien es cierto que ya hace más de una semana que llegó a Pinamar desde la residencia de El Calafate, donde todos los Kirchner pasaron las Fiestas, durante unos día se tuvo que recluir en su hotel –el Terrazas al Mar, el mismo que perteneciera a Alfredo Yabrán– porque no se sentía bien, y eso conspiró para que no lograra el bronceado que lucen sus amigas.

Cuando sale del mar, con su flequillo mojado y la frente al descubierto, se la nota más parecida al Presidente de la Nación. Pero cuando se produce y vuelve a peinarse, la similitud con Cristina de Kirchner es increíble. Dicen que es tan coqueta como su mamá y que evita las cámaras por pudor: “No me gusta. Me molesta que me saquen fotos”, confiesa en su círculo íntimo. Por eso, cada vez que sale a pasear por la ciudad intenta confundir a la guardia periodística que la espera, ávida de imágenes.

Ahora flota y chapotea, mientras tres custodios la miran desde una Suzuki 4x4 con vidrios polarizados totalmente cerrados y aire acondicionado a full, cuidando de que el baño de la Primera Damita transcurra con tranquilidad, lejos de curiosos indeseables. Otro vehículo con custodios –una Chevrolet Meriva, también rentada en Hertz como la Suzuki– la espera en la zona conocida como La Frontera, porque como no tiene doble tracción no pudo bajar a la playa. Pero las chicas están muy tranquilas allí. La gente no reconoce a Florencia. Es más, ni se imagina que tiene como vecina a la hija del matrimonio presidencial.
A eso de las cinco y media de la tarde, el programa se interrumpe a causa de una tormenta. Las chicas querían ver a Babasónicos, que iban a tocar muy cerca de allí, pero la lluvia frustró todo y tuvieron que regresar a Terrazas al Mar, donde la tarifa de la habitación que ocupan ronda los 750 pesos diarios. Flor está permanentemente comunicada con sus padres, en especial vía mensajes de texto, con su teléfono celular de última generación.

Por las noches le gusta salir a caminar por la ciudad, tomar algo en Rugbeer, cita obligada de la mayoría de los teens, o simplemente recorrer la avenida Bunge en compañía de amigas y amigos. Le encanta ir a bailar, y cuando regresa del complejo Ku-El Alma, desayunar en Innsbruck.

El jueves se la vio allí, caminando entre las galerías, a eso de las ocho de la mañana. Regresaba de la disco donde el año pasado bailaba al ritmo de Miranda! en las matinées. En estas vacaciones prefiere contonearse con Los Palmeras al ritmo del hit Bombón asesino, bastante más popular, sin dudas. Todo un cambio.

Florencia pudo darse su primer baño de mar junto a un grupo de amigas en la zona norte del Pinar, adonde se llega sólo con 4x4, lejos de los curiosos y con GENTE como único testigo.

Florencia pudo darse su primer baño de mar junto a un grupo de amigas en la zona norte del Pinar, adonde se llega sólo con 4x4, lejos de los curiosos y con GENTE como único testigo.

Flor se divirtió junto a sus amigas durante toda la tarde. Nadó y se zambulló entre las olas hasta que una tormenta interrumpió el relax. El parecido con su papá, Néstor Kirchner, es evidente.

Flor se divirtió junto a sus amigas durante toda la tarde. Nadó y se zambulló entre las olas hasta que una tormenta interrumpió el relax. El parecido con su papá, Néstor Kirchner, es evidente.

Florencia junto a Máximo, su hermano, y sus padres, Néstor Kirchner y Cristina Fernández, en el momento de la asunción presidencial en 2003.

Florencia junto a Máximo, su hermano, y sus padres, Néstor Kirchner y Cristina Fernández, en el momento de la asunción presidencial en 2003.

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