«Para la justicia soy el asesino ideal, pero yo no las maté» – GENTE Online
 

"Para la justicia soy el asesino ideal, pero yo no las maté"

Son las tres y media de la tarde del domingo 15 de junio. Las celdas de la
Alcaldía de Tribunales, sobre la calle Hipólito Yrigoyen, en el centro de
Santiago, repiten los tics de la más previsible escenografía tumbera: la humedad
espesando el aire frío, las paredes manchadas con cascarones de pintura vieja,
un largo pasillo que va de la puerta a la sala de visitas donde unas mesas
largas con bancos adheridos al piso de cemento son ocupadas por padres,
hermanos, esposas y reclusos. Los barrotes de las puertas bajan pesados y, sobre
un rincón, sostenida por una tarima de madera, una imagen de la Virgen de Luján
vigila los reencuentros.

César Barrojo, su abogado, sólo pide una condición: sin fotos. Recién después
llega Sebastián Flores: el supuesto asesino del doble crimen de Santiago del
Estero.

-¿Usted es el asesino de Leyla y Patricia?
-No, no lo soy.

Hasta hace dos semanas, el doble crimen de La Dársena no era más que un caso más
cola en las páginas policiales de los diarios santiagueños. Una cuestión local,
hasta entonces. Pero apareció un testigo de identidad reservada y ya nada fue lo
mismo. Porque le dijo al juez haber escuchado a Sebastián Flores -ex adicto,
cuñado de Xavier Ferrara Peña, ex vocero de la gobernación- jactarse de ser el
asesino de Leyla Bashier Nazar y Patricia Villalba. Era el 20 de abril y
estaban, según declaró en el expediente, compartiendo un asado en casa de
Flores, en el barrio Mishky Mayu de La Banda, donde la policía encontró luego
sábanas quemadas con presuntas manchas de sangre, una faca y ropa íntima
femenina. Según el testigo, Ramón Rojas -amigo de Flores y ex pareja de Leyla-
también estaba presente. "Rojas comenzó a abusar sexualmente de la chica.
Flores dijo que cuándo le tocaba a él. Ella no aceptaba las relaciones; se puso
como loco, sacó una faca y comenzó a darle"
, declaró ante el juez. Un
testimonio que revolucionó la provincia.

Flores ahora espera la próxima pregunta. Es calvo, alto, con ojos que saltan de
su cara redonda. Parece una broma de la suerte comprobar su parecido con Carlos
Belloso, el protagonista de Tumberos.

-…Pero conocía a Leyla, ¿o no?
-La conocí hace más de tres o cuatro años.

-¿De dónde?

-De la noche. Ella se juntó con un amigo mío, Rojas, que es el otro imputado en
la causa. Han estado viviendo cuatro meses juntos...

Veintidós años, descuartizada en enero. Sólo apareció el 20 por ciento de su estructura ósea. Su asesinato conmovió al país y puso en jaque al poder santiagueño.

Veintidós años, descuartizada en enero. Sólo apareció el 20 por ciento de su estructura ósea. Su asesinato conmovió al país y puso en jaque al poder santiagueño.

Veintiséis años. Su cuerpo fue arrojado a escasos 15 metros de los restos de Leyla. Su muerte, todos coinciden, se produjo para tapar el asesinato anterior.

Veintiséis años. Su cuerpo fue arrojado a escasos 15 metros de los restos de Leyla. Su muerte, todos coinciden, se produjo para tapar el asesinato anterior.

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