«Nunca pude acompañar a mis hijas a un acto en el colegio» – GENTE Online
 

"Nunca pude acompañar a mis hijas a un acto en el colegio"

En casa, Oscar también gana. Enfrascado en una terrible carrera en el Super Mario Cart, su auto va primero, seguido de cerca por los que conducen sus hijas, Tatiana (12) y Vanesa (5). Mónica (30), sigue de cerca la competencia. Es uno de los e
scasos momentos en que el arquero puede disfrutar de su familia. Concentraciones, viajes, entrenamientos y partidos ocupan la mayor parte de su tiempo. El Uno no se queja: con Boca llegó a la gloria. Ya obtuvo tres títulos nacionales, una Copa Libertadores, una Intercontinental… y va por más. La semana pasada, en otra brillante actuación, atajó dos penales frente al

Palmeiras en San Pablo y le dio el pasaporte a su equipo a otra final continental. 

Pero le gustaría disponer de más tiempo para estar con los suyos: "Aunque no lo parezca, la vida de un jugador profesional es muy dura. Por ejemplo, yo nunca acompañé a mis hijas a un acto en el colegio. En la escuela saben que el papá no existe; sólo está para ir a pagar
(risas). Pero, hablando en serio, te perdés un montón de cosas: cuando te querés acordar, los chicos ya crecieron… ".

El diálogo transcurre en el living del coqueto chalet de dos plantas en las Lomas de San Isidro. Tiene un amplio parque, pileta y una decoración bien colombiana.
"Mónica se encargó de todo, ni quiso dejar que me metiera", se ríe Oscar. Abajo, dominan la escena tres óleos bien Caribe. El piso de cerámica negra rústica hace juego con el tarugado, hay velas aromatizantes por todos lados y también adornos con formas de animales. Los almohadones blancos con rayas negras verticales reposan sobre sillones revestidos con un símil leopardo. "¿Te das cuenta? Mi casa parece un zoológico", vuelve a sonreír Córdoba.

Tiempo de la segunda confesión: "Así como te dije que me gustaría que el fútbol me dejara tiempo para estar más cerca de mis hijas, también debo ser honesto: estoy muy agradecido por todo lo que me dio mi profesión. Tenemos una buena casa, las chicas van a un buen colegio, de nuestro pasar económico no nos podemos quejar, viajé mucho, conocí otros países, otras culturas… El fútbol me lo ha dado todo. Hasta conocí a mi esposa gracias al balón…".

-¿Cómo fue?
-Cuando me contrató el Atlético Nacional me mudé a Medellín y ahí la pillé.

-Más detalles, por favor...
-Okay. Fue el destino. Yo volvía a casa después de jugar un partido con la selección de Colombia. Pero el avión se retrasó, y llegué más tarde de lo previsto. Justo tocó el timbre la novia de un amigo, que estaba con ella. Me la presentó y me enamoré apenas la vi. Si mi vuelo hubiera arribado a horario, no me habrían pescado en casa. Mi plan era cambiarme y salir rápido: llevaba un mes concentrado (se ríe). Y bueno, empezamos a hablar, a vernos. Y, como decimos allá, me encarreté. Nunca más nos separamos. 

En la intimidad de su casa en San Isidro, una frase:

En la intimidad de su casa en San Isidro, una frase: "En la Argentina me tratan muy bien".

En su casa, en San Isidro, Oscar es el encargado de mantener el fuego. “A veces pongo demasiados leños y las chicas se quejan”, cuenta. De fondo, los retratos de sus hijas.

En su casa, en San Isidro, Oscar es el encargado de mantener el fuego. “A veces pongo demasiados leños y las chicas se quejan”, cuenta. De fondo, los retratos de sus hijas.

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