«Nunca pensé que ser madre era algo tan maravilloso» – GENTE Online
 

"Nunca pensé que ser madre era algo tan maravilloso"

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"¡Mamá, mamá, ahora queremos un papá!", dicen que exigen Mirko (10) y Masha (9) en la intimidad del hogar, presionando a su madre hasta el cansancio. Dicen que Claudia Cordero Biedma sólo sonríe y se mantiene en silencio, simplemente para que no vuelvan a la carga. Dicen que sus hijos, pese a que ella prefiere no emitir respuesta alguna, insisten: "¿Por qué no volvés con Bernardo (Neustadt)? Dale, él nos cuida muy bien cuando vamos a su casa". Dicen que ella escucha paciente, los abraza fuerte, les da un beso en la mejilla a cada uno, y les explica, intentando salir de la situación: "Yo voy a hacer de papá y mamá, no se preocupen... ¿No funcionó todo bien hasta ahora? Che, no se quejen".

Ahora Claudia está sentada en un mullido sillón de cuero blanco, en el living de su casa de San Isidro. Tiene una estrella en una mano y una guirnalda en la otra. "Estoy empezando a armar el arbolito, aunque el toque definitivo se lo vamos a dar el 8, como corresponde", cuenta mientras abraza a Mirko y Masha, los chicos que adoptó en Kasajstán a mediados de 2003, después de sortear un sinnúmero de obstáculos -problemas de idioma, lugares casi inhóspitos para alojarse, trámites interminables-. "Me parece increíble verlos así, están bárbaros, ¿escuchaste lo bien que hablan castellano?", dice Cordero Biedma, mientras ellos juegan alrededor de la piscina. Mirko está con bermudas y una camisa celeste de mangas largas. Masha luce un impecable vestido blanco de algodón. Los dos miran pícaros a su mamá esperando el consentimiento para tirarse a la pileta de una vez por todas. Y cuando Claudia da el okay, se zambullen estilo bomba sin pensarlo un segundo. Ella los observa orgullosa y no pu
ede ocultar su alegría. Luego les alcanza una toalla y los envuelve con ternura cuidando que no tengan frío.

-Claudia, usted soñó durante años ser madre y lo logró adoptando dos hermanitos huérfanos de Kasajstán a los que les cambió la vida. ¿Qué siente hoy cuando la llaman "mamá"?
-Ser madre es algo maravilloso, increíble, sorprendente. Una verdadera inyección para una mujer como yo que venía de amar, y mucho. Ahora tengo otra energía. Te confieso que me derrito cuando los veo dormir, siento un placer difícil de definir. Me costó mucho lograrlo, pero valió la pena. Nunca pensé que ser madre era tan maravilloso.

-¿Hizo alguna promesa agradeciendo la posibilidad que tuvo de ser madre?
-Juré darles la mejor vida posible, es lo que siempre soñé. Me emociona verlos así, tan alegres, tan vivos.

-¿Cuánto y cómo cambió su vida?
-Y… Ahora siento una fuerza extra increíble. Pero yo no era de salir demasiado. Mis costumbres no cambiaron mucho. Me gusta estar en mi casa, y ahora que los tengo a ellos, más que nunca. Antes, cuando estaba en pareja con Bernardo (Neustadt) salía más, pero tampoco vivía todo el día fuera de mi hogar.

Claudia ayuda a Mirko y a Masha a armar el árbol de Navidad al borde de la piscina de su casa de San Isidro. Será la segunda Nochebuena que pasarán juntos después.

Claudia ayuda a Mirko y a Masha a armar el árbol de Navidad al borde de la piscina de su casa de San Isidro. Será la segunda Nochebuena que pasarán juntos después.

Ser madre es una verdadera inyección para una mujer como yo que venía de amar, y mucho. Ahora tengo otra energía. Te confieso que me derrito cuando los veo dormir, siento un placer difícil de definir"">

"Ser madre es una verdadera inyección para una mujer como yo que venía de amar, y mucho. Ahora tengo otra energía. Te confieso que me derrito cuando los veo dormir, siento un placer difícil de definir"

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