Está furiosa y dolida. En ese orden. Dice que hace una semana que no para de llorar. Que descubrió -como nunca antes-
su costado sensible. "Yo soy una mina con mucha fortaleza, pero esto me destruyó. Ese hombre se metió con mi honor y no se lo voy a
permitir", explica sin esconder su angustia. "Ese hombre", como dice Daniela, es el abogado español Emilio Rodríguez Menéndez, que desde su revista Dígame (abril de 2001) la acusó de pertenecer a una presunta red de prostitución junto a otras famosas de la moda y el show español.
"Por respeto a mis hijos y a mí misma, jamás ejercería la prostitución -aclara ella entre lágrimas-.
Además, creo profundamente en el amor. Y si fuera prostituta, como dice ese hombre, no necesitaría romperme el lomo trabajando como lo hago. Ante todo, soy una luchadora, y eso lo saben los que me conocen
bien".
-Daniela, todos se preguntan por qué no presentaste una demanda en contra de ese hombre a su debido tiempo.
-Porque no quise darle transcendencia a alguien que no existe, que lo único que pretende es usar mi fama para vender más ejemplares de pasquín. Además, cuando me enteré de la existencia de ese artículo, mi representante en España, Lola Barranco, me recomendó no hacer nada:
"No le demos más cabida porque no la tiene, no vale la pena iniciarle una
demanda", me dijo. Yo me quedé tranquila; es más, ni siquiera quise ver la revista. Hasta la semana pasada, cuando me llamaron de un programa de chismes de acá para hacerme una nota diciendo que querían hacerme unas preguntas del desfile de Giordano. Inocente, acepté, y cuando vinieron, me mostraron en cámara el recorte de la revista y yo me enojé mucho: "¿Por qué no averiguan de qué se trata antes de hacer este tipo de
cuestionamientos?", les dije. Y ahí se empezó a armar la revolución.
-¿Cómo vivís todo esto?
-Mal, muy mal. De una forma muy dolorosa. ¿Cómo una persona va a difamar de tal forma a alguien como yo? No entiendo por qué ese ánimo de destruirme. ¿No existen los límites? Yo soy laburante, me la paso viajando, subo y bajo de los aviones, hago publicidades, desfiles, cine, tele. No paro un minuto. ¡Y no tengo por qué bancarme que me digan que me prostituyo! Por eso ahora -a través de mis abogados- voy a defenderme hasta las últimas consecuencias. Nunca me habían acusado de algo tan bajo, tan sucio. Con dignidad digo que jamás me dediqué ni me dedicaría a la prostitución. No me gusta la plata fácil, prefiero romperme el lomo con mi trabajo.
por María Calatayud
en España: Teresita Ferrari
producción: Sofía Delger
fotos: Santiago Turienzo y Matías Campaya
(Agradecemos a Aridza Bros, Trosman Churba y Ricky Sarkany. Peinó Germán Maejinra)
Soy laburante, me la paso viajando, subo y bajo de los aviones, hago publicidades, desfiles, cine, tele. No paro un minuto. ¡Y no tengo por qué bancarme que me digan que me prostituyo!"">
"Soy laburante, me la paso viajando, subo y bajo de los aviones, hago publicidades, desfiles, cine, tele. No paro un minuto. ¡Y no tengo por qué bancarme que me digan que me prostituyo!"
Soy una mina con mucha fortaleza, pero todo esto me destruyó".">
Daniela dice que hace una semana que no para de llorar y que con esto descubrió su lado sensible: "Soy una mina con mucha fortaleza, pero todo esto me destruyó".
