«Nuestro futuro está el espacio: eso nos garantizaría la inmortalidad» – GENTE Online
 

"Nuestro futuro está el espacio: eso nos garantizaría la inmortalidad"

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"Llegaron al canal. Era largo y recto y fresco, y reflejaba la noche.
-Siempre
quise ver un marciano -dijo Michael-. ¿Dónde están, papá? Me lo prometiste.
-Ahí
están -dijo papá, sentando a Michael en el hombro y señalando las aguas del
canal.
Los marcianos estaban allí. Timothy se estremeció. Los marcianos estaban allí,
en el canal, reflejados en el agua: Timothy y Michael y Robert y papá y mamá.
Los marcianos les devolvieron una larga mirada silenciosa desde el agua
ondulada…
".

(Ray Bradbury, El picnic de un millón de años)

Hoy, "el viejo Marte", como lo llama el viejo y tan joven Ray Bradbury (83),
está a tiro de piedra de la Tierra: 55.758.006 kilómetros. Hace 59.600 años que
no se atrevía a tanto… Para el Homo sapiens (los humanos como nosotros, de
computadora y celular), tanta cercanía es inaugural. Primicia. Porque hace
59.600 años no existíamos: llegaríamos 20.000 años después. Andaba, en lo que
hoy es Europa y ya extinguido el abuelo Neanderthal, el hosco tío Cromagnon.
Ergo, mire hacia el Este, disfrútelo… y despídase, porque recién volverá a la
misma posición -llamada perihélica- dentro de 380 años. Después de la cita,
encuéntrese con Ray Bradbury, Míster Marte, el hombre que más sabe y que más
bellamente escribió sobre el rojo y polvoriento vecino.

-¿Por qué eligió Marte, Bradbury?

-En primer lugar, supongo… porque es el planeta más cercano. El próximo peldaño…

-¿Hacia dónde?
-Hacia lo desconocido. Una idea tan fascinante como temible…

-¿Qué, o quién, lo hizo descubrir a Marte?
-Aunque no lo crea, Edgar Rice Burroughs.

-¿El padre de Tarzán?
-Exacto. El escribió mucho sobre Marte allá por 1920, e influyó con mucha fuerza
sobre los científicos. Mucho más que Julio Verne.

-¿Sabía más que Verne sobre Marte?
-No. Pero era más intuitivo y más visceral. Y usted sabe: uno responde más
rápido a la sangre que a la mente. Desde que lo leí, Marte fue el centro de mi
vida.

-Conquistar a Marte y a otros planetas, ¿puede servirnos para construir un mundo
mejor? ¿Cree en un mundo mejor?
-No creo: ¡exijo un mundo mejor!

-¿Cree en los platos voladores?
-No estoy definido. Pero mi mente está abierta…

-Si existieran, y si vinieran de Marte, ¿qué les diría?
-No sé. ¡Pero quisiera que aterrizaran en mi jardín!

-¿Qué música les haría escuchar a los marcianos?
-Bach, Brahams, Stravinski, los Beatles y los spirituals negros.

-¿Los visitantes de otros mundos pueden mejorar la especie humana?
-Si tienen calidad moral, desde luego.

-Su libro más célebre, Crónicas Marcianas, fue prologado por Jorge Luis Borges.
Quien escribió: "… su tema es la conquista y colonización del planeta… Los
marcianos, que al principio del libro son espantosos, merecen su piedad cuando
la aniquilación los alcanza…"
. ¿Cree que el Hombre habitará alguna vez Marte?

-Debe hacerlo.

-¿Por qué?
-Porque si nos quedamos acá, en la Tierra, nos moriremos. Nuestro mundo y
nuestro sol no son puntos firmes. El Sol puede enfriarse, achicarse, explotar, y
entonces la Tierra se congelaría. Sería nuestro fin. Si eso llegara a pasar, el
regalo de la vida no tendría sentido. Por lo tanto, nuestro futuro está en el
espacio: la Luna, Marte, otras constelaciones. Eso nos garantizaría la
inmortalidad.

-Pero, ¿debemos ser inmortales? ¿Por qué?
-Porque de lo contrario, Dios no nos habría creado. Si nos creó, es porque
quiere conservar su mayor milagro: nosotros.

-Imagine que mañana se descubriera que hubo vida en Marte o en otros planetas.
¿Eso alteraría la idea de Dios y los conceptos religiosos?
-No. Sin duda, Cristo no será nuestro Cristo. Pero ahora tampoco… ¿O acaso el
Cristo africano es el mismo que el asiático?

-¿Cuál es su película más querida?
-Debería deducirlo: Encuentros cercanos del tercer tipo, de Steven Spielberg.
Lloro cada vez que la veo, porque es el encuentro de nuestra vida con la vida de
allá…

-¿Cómo reaccionaría si viera un marciano?
-Llorando. De miedo, sí. Pero también de emoción. También lloré cuando Neil
Armstrong puso el pie en la Luna, y cuando el Viking bajó en Marte y nos mandó
las primeras fotos.

-Escribir sobre Marte, ¿sirve para algo?
-Sí. Es una lectura humana, moral, religiosa y hasta ecológica. Sólo los muy
snobs niegan la ciencia ficción.

-¿Quién debió haber filmado sus Crónicas Marcianas y no lo hizo?
-Federico Fellini. Mi adorado Fellini. Estuvimos juntos en Roma una larga
semana, y al despedirnos me abrazó y me dijo al oído: "Ray, eres mi mellizo". Y
le creí, y aun, más allá de que nos dejó, lo creo: ¡es mi mellizo!

-¿Por qué es tan importante que el Hombre llegue a Marte?
-Porque es una manera de terminar con las guerras. Si las monstruosas sumas de
dinero que se gastan en armas se usaran para más y más viajes espaciales, la paz
sería posible.

-Pero el hombre podría llevar su violencia a Marte y a otros mundos…
-Creo que no. Porque si nos encontráramos con otras criaturas -el más grande
encuentro de la Historia-, comprenderíamos que todos somos hijos de las
estrellas, y tal vez nuestras almas, nuestros pensamientos y hasta nuestra carne
se juntarían…

-¿Viajaría a Marte, Bradbury?
-No.

-¡¿Cómo es posible?! ¡Qué decepción!
-Lo siento, pero ni siquiera tomo aviones, salvo rara vez. Prefiero viajar en
tren. Es más: no hace mucho, la NASA me invitó a visitar una plataforma orbital,
y dije que lo pensaría… ¡Me dio vergüenza admitir que tengo terror de volar!

-¿Por qué los marcianos -y los extraterrestres en general- suelen ser
representados como enemigos monstruosos listos para invadir la Tierra y
destruirla?
-Hum. Supongo que eso es producto de la mala conciencia humana… Recuerde el
refrán: "El ladrón cree que todos son de su condición".

-¿Por qué no estamos en Marte todavía?
-Es lamentable, sí. Porque perdimos quince años, sin necesidad, dando vueltas
alrededor de la Tierra apenas a 600 kilómetros de altura, y también pisando la
Luna. No los desmerezco, pero son objetivos de muy corto alcance.

-¿Qué significaría llegar a Marte?
-La próxima gran revolución. Superadas la agrícola, la industrial y el boom de
las computadoras, lograríamos en Marte cosas imposibles de lograr en la Tierra.
Entre otras cosas, porque los marcianos deben comer ensaladas más ricas que las
nuestras…

-¿Ensaladas? ¿Por qué?
-Porque en la Tierra, el vinagre y el aceite no se unen, pero en Marte, por la
ausencia de gravedad, sí. Lleve ese principio a los metales, por ejemplo, y se
dará cuenta de que en Marte serían posibles aleaciones indestructibles. No es
todo: como el espacio está libre de microbios, podrían fabricarse cristales y
medicamentos superpuros.

-Por último, ¿cuál es su credo, el credo de un hombre enamorado de Marte?
-Prefiero viajar por las estrellas en vez de hacer la guerra en ellas. Mi sueño
(mi literatura) fue salir al espacio en busca de la inmortalidad. En la Tierra
ya la tengo: está en mis hijas, en mis nietas, en mis libros y hasta en mis
juguetes. Pero allá arriba (a pesar de que no sé qué sería de mi inmortalidad
sin peso ni fuerza de gravedad…) está la verdad. Porque para mí, el espacio
nunca fue una pregunta…

-¿Qué fue, qué es?
-Todas las respuestas.

El enorme talento de un escritor y Marte, el infinito misterio del más cercano vecino de la Tierra.

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En la foto, visto por el telescopio espacial Hubble. Hoy, casi un encuentro cercano del tercer tipo…

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