-Vidas privadas, ¿no, Fito?
-Exacto, la peli que estreno el próximo jueves 25 se llama así.
-Arranquemos por las vidas privadas, entonces. ¿Cómo es que si arreglamos esta nota hace 22 días con usted (39), el director y guionista, y ella, Cecilia Roth (43), la protagonista central, hoy viernes 19 de abril a las 17:36 lo encontramos a usted solo y no está ella acompañándolo?
-Estrés, agotamiento, pobrecita, Ceci. Acaba de llegar de México, donde filmó durante cuatro meses, y no da más.
-¿Sabe que la televisión y la radio dicen otra cosa?
-Escuché ayer que andamos separándonos, viviendo bajo distintos techos. Y nosotros dos tenemos una única casa. Así que, haceme el favor de aclarar que no estamos en crisis. Es un disparate, un invento.
-Aceptamos y lo aclaramos, pero le ruego que no se me aparezcan en un par de días confirmando las versiones porque a la redacción no puedo entrar más.
-(Respira). Entiendo. O para zafarla, escribí que nos separamos... por trabajo. Igual a nosotros nos arman una crisis cada seis meses.
-Si cuando se pusieron de novios en el 91 alguien cercano le hubiera adelantado: "En 2002 van a continuar juntos", ¿qué le habría respondído: "Te chifla el mate" o "Puede ser"?
-"Puede ser". Una pareja es una aventura, y Cecilia y yo somos dos aventureros.
-Bueno, en su caso lo acaba de demostrar: es un prócer de la música nacional y de repente filma cine. Típica pregunta de ocasión: ¿Qué diferencia encuentra entre sacar un disco y lanzar una película?
-La música es una mujer conocida, un riesgo conocido. Acá me fui a otro lenguaje. Resulta difícil establecer parámetros. Preferiría decir que me siento en una etapa intensa. Voy a poner mucha carne en el asador. Espero que no se queme mi primer gran asado.
-¿En qué situaciones se sintió un novato?
-Tenía desconocimiento sobre algunos temas técnicos. Me rodeé de gente hipercapaz. No obstante, hace ocho años que vengo barajando la idea. Respeté las reglas pero, como en la música, intenté faltarles el respeto un cachito. No para transgredir nada sino para contar algo. La transgresión y la irreverencia son cosas de la adolescencia. Por otro lado, es una película formal, de narración clásica, sin alarde alguno. Esta historia no necesitaba de estridencias. Salvo la historia en sí.
por Leonardo Ibáñez
fotos: Santiago Turienzo
asistente: Diego García
producción: Inés Azumendi
agradecemos a Pablo Ramírez, Ona Saez y Alvear Palace Hotel
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El artista ensaya un pararelo entre su música de siempre y su cine actual. "Amadeus Mozart compone. Yo hago canciones. Adolfo Aristarain filma. Yo hago películas", repite, modesto.
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Luego de rodar con su mujer, la atormentada Carmen de Vidas privadas, confirma: "Cecilia es puro virtuosismo, relax y concentración. La actriz que a todos los directores les encantaría tener en su filme".
