-Por qué se reconoció gay públicamente?
-Ahora estoy en un momento de mi vida supertranquilo y no creo que tenga que ocultar nada. Tampoco tengo la persecuta de decir:
"Uy, soy gay y está mal". Aunque eso no quiere decir que me van a ver corriendo por calle Corrientes en shortcitos de cuero bajo una bandera con la leyenda:
"Soy lo que soy".
-Se lo pregunto de otra forma: ¿por qué lo calló tanto tiempo?
-La pocas veces que me preguntaron respecto de mi sexualidad, contesté: "No hablo de mi vida privada", pero nunca lo había negado.
-¿Tenía temores?
-Claro: no es fácil vivir en la Argentina y ser gay. Convivís con la sensación de que estás haciendo algo mal, que vas a defraudar a tu familia y a tus amistades. Y además te da terror pensar que no vas a tener una familia. Yo la pasé muy mal por todo esto, hasta que me dije: "Qué voy a hacer, yo soy así".
-¿Le resultó más difícil confesarlo frente a su familia o ante los medios?
-Hablarlo con mi familia fue muy bravo. No tanto con mis hermanos, pero sí ante mi viejo. Mirá, mi papá pasó los 60 años pero es mucho más moderno que yo. Cuando se lo dije, su primera reacción fue: '¿Y? Lo que a mí me importa es que yo te quiero y que vos seas
feliz'".
-¿Imaginaba semejante repercusión luego de su declaración?
-No, para nada. Una de las cosas que me molestó bastante es que me metieran en la misma bolsa que a otras personas que sí explotaron su condición sexual para el escándalo y la publicidad. Pero después, cuando mi amigo Juan Cruz Bordeu se enteró de lo que había hecho y me felicitó y me dijo que mi confesión puede ser "una especie de servicio para mucha gente", me di cuenta de que había hecho bien en decirlo.
-¿Qué tipo de servicio?
-No del rubro 59. Pero un chico que hoy está entre los 20 y 30 años y le gustan los pibes, puede entender que no se le cierran tantas puertas al asumirse como es.
-Durante algún tiempo, Fernando Peña habló de su sexualidad en la radio. ¿Le molestó que otro homosexual haya sido el que lo señaló?
-Mirá, hace un par de años, en los Estados Unidos las asociaciones por los derechos de los gay hicieron una campaña y empapelaron Manhattan con fotos de Jodie Foster, Richard Gere y otros famosos donde decían que eran gays. A mí me pareció una actitud muy fascista, ya que no tenés por qué meterte en la vida de nadie y además estás acusando a alguien de algo que vos también te sentís acusado. Si no te la bancás solito, quedate callado, silbá y mirá para abajo.
Siento que me saqué un peso de encima. Ahora estoy en un momento de mi vida supertranquilo y no creo que tenga nada que ocultar. Aunque eso no quiere decir que me van a ver corriendo por calle Corrientes en shortcitos de cuero bajo una bandera con la leyenda: 'Soy lo que soy'".
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"Siento que me saqué un peso de encima. Ahora estoy en un momento de mi vida supertranquilo y no creo que tenga nada que ocultar. Aunque eso no quiere decir que me van a ver corriendo por calle Corrientes en shortcitos de cuero bajo una bandera con la leyenda: 'Soy lo que soy'".
Hablarlo en mi casa fue muy bravo. No tanto con mis hermanos, pero sí ante mi viejo. Mirá, mi papá pasó los 60 años pero es mucho más moderno que yo. Cuando se lo dije, su primera reacción fue: "¿Y? A mí lo que me importa es que yo te quiero y quiero que vos seas feliz".">
"Hablarlo en mi casa fue muy bravo. No tanto con mis hermanos, pero sí ante mi viejo. Mirá, mi papá pasó los 60 años pero es mucho más moderno que yo. Cuando se lo dije, su primera reacción fue: "¿Y? A mí lo que me importa es que yo te quiero y quiero que vos seas feliz".
