«No creo que su muerte haya sido un accidente» – GENTE Online
 

"No creo que su muerte haya sido un accidente"

"El 24 de junio va a hacer un año que no duermo con Rodrigo, que no lo abrazo, que no lo beso, y que él tampoco me acaricia y me mima como le gustaba hacerlo. Yo todavía no pude superar su desaparición. Pero él sigue vivo en mi corazón." Alejandra Romero fue la última novia del
Potro. Ella lo acompañó en su último tiempo de fama y gloria. Ella era la que lo escuchaba en la intimidad, la que lo acompañaba y compartía con él desde sus alegrías hasta sus miedos. Después de su muerte prefirió guardar silencio.
"Hoy, por primera vez, abro mi caparazón… No quiero llorar, porque él nunca me lo hubiera perdonado, pero a pesar de que tengo fobias y no puedo dormir bien desde que Ro
se fue, voy a hablar con el corazón y no me importa demostrarme insegura. Yo soy una mujer muy sensible y tengo muchos sentimientos." 

-El lunes comenzó el juicio oral por la muerte de Rodrigo. ¿Usted cree que fue un accidente o un atentado lo que ocurrió esa madrugada?
-Un accidente no fue. En los últimos tiempos, Rodrigo había recibido muchas llamadas anónimas que lo amenazaban. Nadie quería que siguiera creciendo. El llegó a tener miedo y se lo comentó más de una vez a Gozalo. Yo aún me sigo preguntando: ¿Por qué si Gozalo sabía de las amenazas no lo cuidó más a
Ro? ¿Por qué esa noche, a pesar de que hubo mucho lío en el boliche, Gozalo lo dejó venirse solo a Rodrigo en su camioneta? ¿Por qué? Todavía no encuentro las respuestas.

-Pero mientras Rodrigo vivía, ¿usted tenía una buena relación con su manager, José Luis Gozalo?
-Sí. Mientras Ro vivía, él se me acercaba, me hablaba y me trataba muy bien porque sabía que Rodrigo muchas veces me escuchaba más a mí que a él, porque yo siempre le hablaba con el corazón. Yo creía conocer a Gozalo, pero después del accidente, comprendí que no era así.

-¿Por qué esa noche usted no lo acompañó?
-Nosotros habíamos llegado esa tardecita de unas minivaciones en Ushuaia, y como Rodrigo no había podido pasar el Día del Padre con su hijo, tenía muchas ganas de verlo. Yo estaba agotada, y preferí quedarme en casa lavando y acomodando nuestra ropa. Como su hijo es muy chico y no podía ir solo con su papá, entonces los acompañó Patricia.

por Pablo Procopio
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fotos Maximiliano Vernaza
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Verano de 2000, el Potro había decidido presentar en Pinamar a Alejandra, su novia. Ambos estaban felices. "Siempre tuvimos ganas de armar una familia, de tener un hijo. No pudimos cumplir ese sueño."

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"En Orlando, Ro se sentía un chico más. En el fondo, seguía siendo un chico." Ese viaje fue en marzo de 2000. Compraron cuanto souvenir se les cruzaba en el camino y se mataron de risa en la montaña acuática.

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Entre ellos todo era felicidad. Habían compartido unas vacaciones en Miami y muchísimos viajes por toda la Argentina. "Hace unos meses caí en un pozo depresivo muy grande y me di cuenta de que sola no podía salir."

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