La separación de Nicole Neumann (37) y Fabián Cubero (39) explotó en los medios y las esquirlas hicieron volar, además de su pareja, negocios y amistades. Aquí Nicole da su versión definitiva sobre el destino de su marga de ropa, Nikkita y la pelea con quien fuera su amiga, Ivana Figueiras.
–¿Cuál es la verdad sobre el cierre de la sociedad con Cubero en Nikka, tu línea de ropa?
–La verdad es lo que sostuve. Cuando la pareja se terminó, Fabián, encargado de las finanzas, comunicó a la empresa que se abría del negocio. Yo me enteré días después, a través del encargado. Fue un shock. La parte más importante de la compañía de repente decía: “Besito... ¡suerte!”. Durante un año intentamos mantener la estructura, tratando de dejar todo del modo más prolijo y sin deudas. Hasta que llegó el momento en que necesitábamos su firma. Apareció, hizo lo que debía y todo terminó. Después, él y su amiguita tuvieron ganas de salir a decir pavadas.
–Hablemos de Ivana Figueiras (mujer de Tomás Guarracino, amigo de Fabián), quien acaba de inaugurar su tienda en el mismo local. ¿Qué detonó la enemistad entre las dos?
–Nunca lo supe. A la gente así, tóxica y con mala energía, no la analizo... ¡La borro! Mientras estuve casada, yo era para ella “la más diosa”, “la mejor mamá”, la más todo. Y de repente su opinión giró ciento ochenta grados.
–¿No intentaste averiguar por qué?
–Sí, la encaré. ¿Viste cuando la gente es incoherente? Ya no se podía entablar un diálogo sincero y racional. Tal vez es admiración que se convirtió en resentimiento. Un batacazo: la oportunidad de criticar todo lo que hubieses querido ser o tener.
Por Sebastián Soldano
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