«Necesitaba estar solo con Tomás» – GENTE Online
 

"Necesitaba estar solo con Tomás"

"Apurate, papi, quiero ir al mar". La voz de Toto (4) retumba sobre la calle que separa la playa de Terrazas de Manantiales. Este verano no están más que ellos dos. Padre e hijo. Es la primera vez que pasan unas vacaciones sin Araceli González y sin Florencia, hija del
primer matrimonio de la actriz, casi una hija más para Adrián Suar (34). Es la primera vez que las únicas voces dentro y fuera de la habitación son nada más que las suyas. Es la primera vez… y los dos decidieron disfrutarla sin fisuras.

No bien Suar llegó a Punta del Este apagó el celular. Y acto seguido prometió y se prometió no volver a usarlo hasta su regreso. Luego, Adrián y Tomás se instalaron en el departamento número trece de Terrazas de Manantiales con un plan que ya no aceptaba postergaciones: pasar todo el tiempo juntos. Así de simple. Así de imposible durante el año febril que les tocó vivir. Para Adrián fue un 2002 con la agenda en llamas, el tiempo libre en brevísimas cuotas, la felicidad del éxito de
Son amores y Canal 13 mezclada con el amargo sabor de su separación matrimonial. Llegaron el martes 7 y se quedaron hasta el viernes, día en el que Suar salió para Buenos Aires a las 11 de la mañana. A las 16, después de dejar a Tomás con su madre, estaba de regreso en Punta, donde algunos ya le colgaron la chapa de soltero más codiciado.

Son las 10:30 de la mañana. Tomás señala el mar mientras Adrián se acomoda en la reposera. Suar grande porta gafas, musculosa y shorts celestes. Suar pequeño insiste con el chapuzón. Luego, una caminata hasta las rocas con carrera de cien metros incluida. Padre, hijo… uno como proyección futura del otro: "Veo a Pol-ka y a Tomás tan chiquitito... Me gustaría que cuando creciera tomara todo esto porque, y lo digo de egoísta, sé que estas cosas nos van a unir mucho más. Ojalá algún día elija esta carrera". Lo dijo Suar, aunque falta tiempo. Por ahora, su deseo tiene la consistencia de un sueño. 

En La Barra, en las playas frente a Terrazas de Manantiales (donde se alojaron), Adrián y Tomás jugaron, incansables, bajo el sol del Este.

En La Barra, en las playas frente a Terrazas de Manantiales (donde se alojaron), Adrián y Tomás jugaron, incansables, bajo el sol del Este.

Jugar a pelearse, jugar a correr, jugar a los mimos… El plan fue uno solo y estuvo claro desde el principio: jugar todo el tiempo, y los dos solos. Lo cumplieron a la perfección.

Jugar a pelearse, jugar a correr, jugar a los mimos… El plan fue uno solo y estuvo claro desde el principio: jugar todo el tiempo, y los dos solos. Lo cumplieron a la perfección.

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