"Cómo olvidarme de aquel día/ Quedaste en silencio, quedaste sin vida/ Un beso te di, no sé si lo sentiste / Una lágrima mía quedó en tu mejilla”.
Mariana, la hermana de Rolando Sartorio, tenía treinta y cinco años cuando, después de luchar durante varios meses contra el cáncer, murió en el Hospital Español.
En su casa de Avellaneda, con el alma ahogada en lágrimas, el cantante de La Beriso compuso la canción más conmovedora de su vida. Hace unos meses, Nazarena Vélez (40) y Leandro Camani (39) escucharon ese tema y la actriz no pudo contener las lágrimas.
A pesar de la felicidad que tenía por estar al lado del hombre que de a poco estaba conquistando su corazón, no pudo evitar recordar a Jazmín, su hermana, que en abril del 2010 murió en un accidente automovilístico en la Autopista Perito Moreno, cerca del estadio de Vélez Sarfield.
Y en ese momento, en un arrebato de amor puro, Leandro le hizo una promesa: “Cuando sepamos que van a tocar en vivo, no importa dónde sea, nos subimos al auto y vamos”. Hace unos días se enteraron de que la banda de Avellaneda se iba a presentar en Dolores, en la Fiesta Nacional de la Guitarra, y dirigieron allí su escapada romántica, a doscientos kilómetros de Buenos Aires.
HISTORIA DE AMOR. Hace un año y medio, Nazarena recibió un mensaje en su celular de un número que no figuraba en su agenda. “Hola Nazarena, soy Leandro y era amigo de Fabián”. Ella no le dio importancia, hasta que él le envió una captura de pantalla de una conversación que había mantenido con Fabián Rodríguez, el esposo de Nazarena, que murió en 2014.
“El mensaje decía que Leandro tenía un problema y Fabi se ofrecía a ayudarlo. Lo que me quiso mostrar era que mi exesposo era una buena persona, algo que siempre supe. Y así nació nuestra amistad, vía WhatsApp. Después me invitó a salir, lo dilaté un poco… Hasta que nos vimos en septiembre del año pasado y arrancó esta relación”, confiesa Nazarena.
Y aunque llegó a Dolores cerca de las seis de la tarde y se alojó en el Hotel Arianos, salió a recorrer la ciudad y comió unas hamburguesas en un restó cerca de la plaza. “Se sentaron en una de las mesas de afuera y no pararon de mimarse. ¡Parecían dos adolescentes!”, revela Karina, la moza que los atendió. Cerca de la medianocho, después de la siesta, partieron rumbo al Microestadio de la ciudad para cumplir con su promesa: ver a La Beriso en vivo.
Ingresaron ni bien se apagaron las luces y comenzaron a sonar los primeros acordes de Legui. Cuando las autoridades del municipio se dieron cuenta de la llegada de la actriz y su pareja, les ofrecieron llevarlos a un sector más exclusivo. Pero Nazarena y Leandro prefirieron quedarse en el campo, junto al resto del público, que no paraba de pedirles fotos.
El intendente de la ciudad, Camilo Etchevarren, quien también estaba en el campo junto a su esposa y sus cuatro hijos, se acercó a saludarla. “Le quiero agradecer porque justo hoy, domingo 4 de marzo, se cumplen tres años del accidente de Barbie y en el hospital de esta ciudad le salvaron la vida”, fueron las palabras de gratitud de Nazarena. Ahí nomás acordaron la visita al hospital Municipal San Roque.
“Todo nació como una linda amistad. Y Leandro pegó muy buena onda con Thiago. Van juntos a la cancha a ver a River y los jueves tienen salidas de machos… ¡A mí, me limpian! Leandro es el primer hombre que le presento a mi hijo”, cuenta la actriz que el 19 de abril, en el Teatro Porteño de la calle Corrientes, estrenará la comedia ¿Quién manejaba? junto a Maxi Ghione.
“Acá Barbie volvió a nacer”, asegura Nazarena, que antes de regresar a Buenos Aires, visitó y saludó a médicos, enfermeros, camilleros y personal administrativo. El domingo 4 de marzo de 2015, Barbie volvía de Mar del Plata luego de terminar su participación en la obra teatral La casa de Bernarda Alba.
Ella manejaba un Nissan March cuando un Audi Q7 la rozó de costado, le hizo perder el control, y en el kilómetro 207 de la ruta 2, volcó sobre el asfalto. “Al auto el seguro le dio destrucción total y ella se salvó porque a los tres minutos llegó la ambulancia. Por eso siempre voy a estar agradecida a este hospital y a todo el personal”, le dijo Nazarena a Jorge Sepero, director de Salud del Hospital San Roque, quien salió a la puerta para recibirla.
Y aunque no le gusten las cámaras y elija el bajo perfil, Leandro acompañó a su novia durante la media hora que duró la visita y luego al recorrido por el complejo termal que, en el mes de abril o mayo, inaugurará el primer pueblo patrio de la provincia de Buenos Aires. Ahí sí, sobraron los mimos y los abrazos. Y después de un beso de amor, Nazarena cerró la charla con esta confesión: “¿Qué me enamoró de Leandro? ¡No tengo idea! (carcajadas). Porque te juro, es el prototipo de hombre que nunca miraría: lindo, fachero y canchero… Pero es tan inteligente que cuando me di cuenta… ¡estaba al horno!”.
Por Sergio Oviedo
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